lunes, 3 de noviembre de 2014

xɔıʇılod xsǝɹd un sǝ xsǝɹd xpoʇ


Estoi cumpliendo condena indefinida, prisionero de la prisión perfecta, ni rejas ni barrotes me retienen. Yo administro las llaves de mi cárcel (con llaves que no parecen llaves).
Todos aquí seguimos presos unos más que otros, las llaves que nos permiten encerrarnos tienen forma de tarjeta, nos abren el encierro del transporte, nos abren el aislamiento del supermercado, marcan el comienzo y el final de la reclusión.
Nos pagan por estar presos entre 8am y 6 pm.
Nos cobran por estar presos el resto del día.
Nos cobran por estar presos en cajas pequeñas, las que repletamos de juguetes que casi no usamos.

No nos vengan con weas acá estamos todos presos, unos más que otros, unos en cuarteles, otros en oficinas. Los que creen que están libres están presos en su cabeza, de la tontera,  de pensar que necesitan millones presos para encerrarse tranquilos en sus casas enormes con rejas electrificadas.

Otros presos están presos porque molesta su presencia,  a los gendarmes les conviene que se hacinen, asesinen,  se quemen.  

Todos estamos presos entre cordillera y mar.


                                                                                  


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