miércoles, 23 de junio de 2021

séptima carta a la aún-juventud del abyayala

a CL y CR

 

¿Te acuerdas de esa vez
que nos comimos una piña con las manos?

Con una especie de cortaplumas la partiste
pero luego desgranarla
fue una aventura personal
y colectiva la masticación

Ya sabes: el chorreo y las risas
y la acidez del jugo entrando por las muelas
hacia el extremo sur del paladar
(casi en el cerebro)
y toda la tensión sexual en este juego
vaivén entre misterio y seducción
impostación y truco
disfraz honesto
y
palabra incapaz

Y te reías como nunca te escuché reír
no importa la cantidad de minutos
sino el vórtice de carcajear
vértigo que se alimenta de otras risas
y llorábamos porque éramos frágiles
aunque compenetradxs
en una situación común

Un acontecimiento pleno de la amistad
acaso lo que llaman los cristianos el goce de vivir
pero tu risa nos devoraba
y lxs tres éramos una especie de cuerpo compuesto por cuerpos singulares
marcabas con tu pedagogía micelar un ritmo de entender
las cosas
un lenguaje de las piedras
que pierde el tiempo en el desierto
y lo enfrenta
a la ciencia ficción de los metales
un batallón danzante
contra quienes matan por el algoritmo

Nos perdíamos constantemente
cuando jugábamos por ejemplo a escondernos
(cuando no a azuzarnos)
pero esa vez que comimos
con las manos una piña
y chorreándola nos dolieron de gusto las encías
esa vez
recuerdo
que al menos un poquito nos encontramos