domingo, 28 de diciembre de 2014

RasTaTa (un cuento infantil arbolista)

Un día llegó volando el Rastata. Aunque le molestara a los maquinadultos.

El Rastata era amigo de los niños.
En la cabeza del Rastata creció primero una semilla que se enraizó en sus Rastas
El viejo se dejó crecer un árbol en la cabeza, luego un jardín entero
se aceraba a fuentes de agua como piletas en los malls, piscinas y siempre lo hechaban,  de todos lados. Pero el solo quería regar el jardín de su cabeza donde incluso anidaban mirlos.

Un día el Rastata, se cansó de tanto edificio, de tanta gente y tanto cemento, agarro una picota y rompió la calzada,  se tiró al suelo y se dejó morir. Al poco tiempo los árboles y las plantas del pelo del Rastata crecieron formando el parque en el que estamos.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Entresueño (parte 2)

-No entiendo donde estoy, no entiendo porqué me buscas, no entiendo que hago acá.
Yo conducía mi motocicleta camino al trabajo, cuando un imbécil que hablaba por celular se pasó una luz roja y me atropello. Por eso yo creo que estoy muerto aunque tu digas lo contrario.

-No estas muerto,  memoricé cada una de las palabras que dijiste, pero no las entiendo. ¿Que es conducir?

- Conducir es manejar, hacer que un vehículo sobre el que vas obedezca.

- Entonces conducir es navegar y motocicleta debe ser un tipo de embarcación.

- Conducir y navegar es lo mismo, pero la motocicleta es un vehículo terrestre ¿no has aprendido nada en el colegio?

- No sé que es colegio ¿tienes un bote de tierra?

- Colegio es donde los niños aprenden cosas y mi motocicleta es más similar a un animal metálico de dos ruedas sobre el que montas y avanzas.

- Los niños aprenden de la vida y la muerte, de esos mismos ciclos aprenden también los ancianos, la naturaleza de la vida es la única que enseña.  ¿que es trabajo?

-Hablas cosas muy complicadas para ser un niño que sabe tan pocas cosas. Trabajo es lo que tu tienes que hacer en la sociedad para que te den dinero.

-¿ Que es dinero ?

-Dinero es aquello que necesitas para comprar cosas, por ejemplo si quieres comer tienes que pagarte la comida.

- La comida la entrega la naturaleza cuando uno la respeta y la cultiva, trabajo debe ser cultivar, cazar o pescar. ¿Que es celular?

- Celular es un aparato que sirve para conversar con la gente que está lejos y hacer como si estuviera cerca.

- Y porque no se puede pasar por las luz roja ¿le temen a los atardeceres?

- La luz roja regula el ritmo de los que circulan por las calles, cuando encuentras una esquina puedes parar si la luz es verde, si es roja tienes que quedarte quieto para que los otros puedan pasar. En mi caso el conductor del automóvil no respetó esa ley y me atropello.

-Entonces tu mundo es el que se acerca al mio, tu mundo viene montado sobre las técnicas, trae leyes nuevas diferentes a la naturaleza, tu mundo trae olvido de las reglas de lo sutil, distraídos por no saber querer comunicarse con alguien de lejos no ven al que está cerca. Muchas gracias por todo lo que me has enseñado, cuando salgas del entre sueño comprenderás mejor los ciclos de vida y muerte la cercanía con la abuela es un regalo de sabiduría.


El Chaman le entrega una pulsera tejida y se desvanece.

El motociclista despierta en el hospital con la pulsera puesta, el chaman abre los ojos mira al horizonte y reconoce tres embarcaciones de vela. Guarda todo lo que sabe en semillas y las dispersa por la tierra.

Espera con su daga en la mano la reordenación del mundo

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Entresueño (Primera parte)

El Chaman mira al horizonte y ve que las nubes se han vuelto extrañas y las olas se agitan como jamas se habían agitado. Se acerca algo que no puede ver ni el ni sus hermanos, se acerca algo y tiene que descubrirlo.

Medita para poder mirar el mundo de una forma profunda.
Se convierte en  jaguar, pero no necesita cazar, ni comer.
Se convierte en árbol, pero no necesita paciencia, ni sabiduría
Se convierte en pájaro, pero no necesita volar porque aunque vea de cerca no comprende.

Sabe entonces que para comprender tiene que abandonar las pesadas cargas de lo todo lo que conoce, tiene que mirar el mundo como si lo viera por primera vez y para eso tiene que olvidar su experiencia.

El chaman se convierte en niño.

Pero no le basta, como es joven necesita un guía, un maestro. Entonces se afirma de la cola del tiempo y recorre las encarnaciones para encontrar a quien pueda enseñarle.

Se encuentra con un ser monstruoso, con un cuerpo totalmente negro con algunas rayas pintadas sobre una piel rugosa y dura,  en sus rodillas y codos esa piel era un verdadero caparazón negro y su cabeza era un gran ojo oscuro solido como piedra pulida.

El monstruo corrió hacia el niño, el chaman da un paso atrás y desenfunda su daga. El monstruo se detiene y hace gestos, se saca la cabeza y debajo de ese ojo hay un hombre joven que estaba más asustado que el niño.

-¿Donde estoy? Preguntó desconcertado

-En el entre sueño, respondió totalmente seguro el niño

-Entonces morí en el accidente ¿este es el cielo, el infierno el purgatorio?

-No tu no estas muerto, pero seguramente estas caminando muy cerca de las fronteras de nuestra abuela muerte. El cielo no está en este mundo por eso no podemos ver las estrellas desde acá. Las otras dos cosas que dijiste nunca antes las había escuchado.
   
-  Dicen que el infierno es para los muertos malos y el cielo muertos buenos, pero no importa ¿Sabes donde estoy?

- Estas en el entresueño el lugar donde la humanidad guarda lo aprendido en todas las vidas, para mi el cielo es el hogar de las estrellas y planetas, cuando tu dices infierno debes hablar de xibalba ahí algunos muertos se levantan y caminan.  Entonces por eso debes pensar que son malos muertos, porque no se quedan muertos.   Lo importante es que te encontré porque te buscaba.





jueves, 11 de diciembre de 2014

Breve homenaje a Álvaro de Campos

Un joven nihilista en edad de merecer
ingresa al servicio militar para convertirse en banquero.
Desarrolla su entrenamiento en la fuerza aérea
y egresa como oficial de reserva
experto en mecánica aeromotriz.

En los años siguientes, cursa estudios de economía
y administración de empresas.
En ese país,
a la fusión de ambas ramas de la gestión del capital
se la concebía como una ingeniería,
a pesar de carecer de cálculo infinitesimal.

Se gradúa con honores de una prestigiosa universidad confesionaria
e inmediatamente es empleado en la división de comunicaciones
de una transnacional que vende múltiples servicios,
incluso consultorías en urbanismo para el ejército israelí.
La familia del hombre se sentía orgullosa de su esfuerzo,
a sus ojos
él
ya no era un joven
ni un nihilista.
En la mesa de los domingos,
el pródigo siempre ofrendaba una botella del mejor vino merlot
y un ramo de flores para la hembra matriz de su regular existencia.

Sin embargo, aunque nuestro personaje no era muy asiduo a la lectura,
un buen día
descubrió a un autor
cuyo apellido nunca supo pronunciar,
a pesar de que en la secundaria recibiera buena instrucción en el francés:
balbuceaba Julbec
o Juelebec.

Desde entonces,
comenzó a sentir una comezón todas las mañanas,
primero en el norte de la nuca,
como quien dice encima de la primera vértebra,
pero no en la piel,
sino adentro: precisamente encima de la primera vértebra.

El hombre siguió trabajando las jornadas de la semana,
pues
en cuanto acoplaba
su cuerpo con la computadora (su naturalizado instrumento de producción),
se olvidaba de esta incomodidad.

Días después -y exponencialmente- la comezón se multiplicó
por todo lo largo y ancho de su organismo,
pero para cuando llegó el momento en que
con todo el cuerpo abarcado por la picazón
nuestro hombre igualmente salió de su casa para ir al trabajo,
la catástrofe ya había estallado.

En el mismo vestíbulo
del edificio donde residía, los conserjes
habían levantado una barricada y
estropeado
los ascensores con las máquinas de aeróbica.

Las calles
estaban vacías, pero en cada esquina
había fogatas;
varios automóviles ardían en llamas, entre ellos
el de nuestro ex nihilista que aspiraba a ser banquero
(pero los bancos, por supuesto, también estaban destruidos).
Por doquiera que caminara, el hombre no veía a otros hombres,
sólo fuego y algunos rayados
que no dejaron de llamarle la atención:

"Nada tiene que ver la desesperación con la desesperación"
"El sol volverá, volverá"
"Yo nunca cuidé rebaños"

Derivando las horas más severas,
el hombre se descubrió, en la esquina de avenida Portugal con Santa Victoria,
ya sin la comezón que lo había estado consumiendo todo este tiempo.
Y sólo en ese instante, entendió,
segundos antes de caerse vivo
que la técnica sólo puede ser razón contra la vida
pero la presencia humana es infinitamente débil ante la fuerza

de lo que nunca dejará de estar presente: aquello que apenas podemos llamar
el mundo o la naturaleza.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Sembrando el terror desde la puta cotidianidad

Llegué al paradero y había tres mujeres: una negra con cara del bronx, una rusia con pinta de alemana, y una asiática con cara de China, y, después de verificar la información vía aplicación Android, vociferé:

-one point six kilometers.

Las tres gringas me miraron con intriga.

-less than ten minutes.

Más intriga.

-two one two-,  dije,  mostrándoles que la doscientos doce para en ese paradero.

-oh,  thanks-, me dijo una gringa, pero no sé si las tres entendieron.

Entonces esperé un par de minutos y,  luego de verificar nuevamente vía aplicación Android, les dije:

-its one kilómetros away now, les dan seven minutes. It looks like a slow bus.

-oh, we need a fast bus- comentaron las gringas entre ellas.

Así que seguí en el paradero esperando y caché que iba pasando gente y que las tres gringas hablaban en inglés súper fuerte y me acerqué a ellas y les dije, despacito, con mi cabeza metida en medio de su conversación :

-you should not speak english so loud. It's a little dangerous right here. Keep it quiet (por déjenla piola).

Estábamos en el PD99, Macul con Grecia hacia el norte. Frente al paradero, un servicentro copec y un mcdonalds; detrás, un mall. El "a little dangerous" fue pa puro sembrar el terror.

Medio minuto después volví a verificar la proximidad del bus vía aplicación Android, y vi que la 212 ahora decía "no hay buses que se aproximen al paradero", pero que la 104 venía a 20 minutos, así que vociferé:

-¡okey!

Una vez que las tres gringas me miraron,  caminé los tres pasos que me separaban de ellas y, mostrándoles los datos en el teléfono (datos en español, mostrándoles con el índice lo que "traducía" para ellas), les dije:

-two one two shows me no buses now, but one o four is four point seven kilometers away, less than twenty minutes.

Me miraron, si se quiere, agradecidas, y proseguí:

-i will go on walking- dije apuntando por Macul hacia el norte-, and i think you should take a taxi- eso último, pa puro sembrar el terror, y también pa apañar al gremio de transportistas urbanos.

Y me fui caminando, sin mirar atrás.