jueves, 21 de julio de 2022

Octava carta a quienes aún y a quienes no sólo ya no sino que todo lo contrario

"porque es fácil siempre hacer lo que es más fácil"

(Lira libertaria)




El sol se hunde tras

la cordillera de la costa

pequeñas masas de humo

coronan el cerro volutas que

azulan el fin diario del mundo

un tango interno como carta abierta

a la nueva generación de viejos culiaos

donde les decimos nosotrxs todavía olemos

el culo de la tierra mojada sentimos los desgarros

de los brazos mecánicos horadando entre micelios ancestrales

les decimos: ustedes no pueblan el horizonte, lo administran y sacan

provecho de la sed ustedes gestionan creen mandar este buque sin timón

y no saben na porque no escucharon a sus abuelas que cuando se

forma un círculo en el sol viene aguacero o temblor y aunque

ustedes dibujaron las lindes del neo rancho en que pastamos

nuestros propios filamentos ustedes no tienen idea de la cal

viva ni de la muerte en la boca ustedes licitan fomentos a

la diversidad pero hablan la lengua única del post poder

que es el empoderamiento individual amiga erís negra

ángela davis te cachai cómo la potencia del pueblo

pudo devenir en su propio ocaso o acaso este

sol que es agua

pueda aún

liberarnos

lunes, 23 de mayo de 2022

Uslera

 Borrador:
 la necesidad crea el organo
Y el hambre nos convirtió en tejido
de un cuerpo deseante de autonomía 
de salud, del alimento que abunda 
de la compra colectica y amistad

Entre las grietas del sistema decadente
Entre las ruinas de un edificio que se derrumba
Repartimos los viveres que alimentan nuestra manadas 

El futuro colectivo emerge entre la decastación resistente como siempre, entrelazados juntas lasfuerzas, escapar de la fatiga que nos aplasta para hacer funcionar la maquinaria del capital

nosotres no nos dejamos amedrentar, y desde la flaqueza
la solidaridad y la crianza 
hacemos propagar el bienestar 
alargar el billete
extender la mano 
ser la cadena humana que rompe la cadena del supermercado 
el mercado superdo 
y entre todas sabemos que el futuro es comunitario
habitamos formas de vida no capitalistas 
mientras el sistema se se hunde 
nosotres flotamoscreemos y creamos


domingo, 22 de mayo de 2022

12 imagenes frente a ti

 Doce jinetes rompen filas enemigas
vapor que emana de esas manos
acompasado por un plumón rozando la pizarra
corbatas manchadas con sangre,
flamean sobre los cañones de un tanque
Un tren que pasa sobre un escenario abandonado. 
Manos que en un juego de sombras dibujan una cruz amorfa
ídolo emergiendo del agua
Ejercito de cabezas puntudas 
Marchan en la arena
Mujeres de Pechos desnudos huyen de las cenizas 
el último día de Pompeya
Un escarabajo multicolor
atrapado en un frasco de vidrio 
una pared blanca y su cuadro negro 
un gato mira a los amantes en su ciudad natal
el sol que entre los pilares de una sinagoga
 dibuja la sombra de Afrodita
una ballena transgenica.



domingo, 8 de mayo de 2022

 Ellos saben quienes,somos conocen todos los detalles del registro que dejan nuestras vidas, toda conversación, todo carácter y onda sonora encapsulada en las más enormes bibliotecas archivadas en minúsculos formatos. Ellos saben que deseamos y consumimos, pero pasamos por los espacios blanco a entre las letras, somos el numero 3 que interrumpe las lógicas binarias. Ellos nos espina, nos registran y sondean. Nosotros usamos el hablar poético para que todo lo averigüe de nuestros metadatos, de nuestras numeraciones y código sea inútil. Tienen todas nuestras palabras escritas. Pero no sabrán que significa.

Ellos los escondidos detrás de las pantallas, los ojos del Aleph vigilantes tampoco serán capaces de entender la totalidad. Como individuos somos asecinables, como expresión del universo somos incapturables.




jueves, 21 de abril de 2022

Propuesta de Disco de trap disponible para libre uso de la comunidad arbolea y amigos.

 

7  Canciones, cada una se corresponde con un chakra y es rapeada por un MC pajaro. (TecnoTrileZen Por ejemplo)  .   

Todas las canciones tienen la misma estructura fija, pero expresada de manera diferente, generando un significante en conjunto que genera una progresión de sentido. 


- Lírica: Distintos pájaros cada uno se canta una canción. Hablan de su perspectiva de la sociedad humana, siguiendo como eje temático la evolución del proceso de chakras. Entonces un condor habla de la muerte y el chakra raiz, del extractivismo. luego del deseo habla algún pájaro que tenga un ritual de apareamiento y así hasta llegar a colibrí que habla de la sutileza revolucionaria.
 
- Ritmo:  Se parte con ritmos industriales, se termina con ritmos sagrados en el medio se mezcla todo, entre los medios según donde estén paraos 

- Fondo: Sonidos de fondo que ambienten la canción, el condor en la fabrica y el colibrí en lo salvaje, en medio la ciudad.  Además La vocalización del ave debe estar presente en cada canción.

- Armonía: Se hace una escala modal, cada canción armonizada en un modo,

- Sample: En un momento de inflexión lirica una pequeña parte de canción popular que es  reproducida. Las secciones elegidas dependen exclusivamente de la tincá que se tenga cuando llegue el momento. 



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Primero hay que escribir las lírica,  con estructuras y métricas fijas, para que sean fáciles de hacerlas canción. 

Luego hay que proponer el proyecto a distintos músicos que quieran ser pájaros. 

Después hay que hacer un video clip por cada canción. 


Todas las cifras son falsas



 

miércoles, 6 de abril de 2022

Espejo humeante

 Esta pantalla es un espejo humeante

Las tierras raras desgarradas de los paramos fértiles, son transformadas en anzuelos de la atención humana. 

Señuelo de pajeros y narcisistas,

La rabia, el odio, el juego, la guerra,

La sorpresa de verlo todosin vivir nada.

Un alef pérfido, programado por un mercado desbocado y omnipresente.

Hipnotiza, esclaviza.

En cada notificación engancha y deja el pensamiento marcado,

Trazando el camino sinuoso que define la metadata, cada dia más eficiente en dictarnos el deseo. 

Esta pantalla es un espejo humeante. 



sábado, 2 de abril de 2022

De la jornada en que conocí al bruslí

     Aunque son apenas dos cuadras de caminata igual aprovecho de enchufarme los audífonos y darle play a alguna cancioncita que me ayude a odiar a mis empleadores, al sistema de gobierno neoliberal y a las autoridades que ostentan cargos dentro de la jurisdicción que habito. Odio especialmente a la Pepa Hoffman cuando los elektroduendes parten su disco del 84 con LA RIQUEZA TE RESTRIEGAN EN LA CARA, EL BIENESTAR EMPIEZA A UN METRO TUYO. 

    Por lo menos encontramos cómo vivir rodeados de este verdadero paraíso microurbano como es la localidad de Las Cruces. No he logrado del todo alienarme de las prácticas megaurbanas, y, además de los audífonos, me enchufo un pipazo en el chupete, aproximadamente 0,25 gramos de acapulco flow, que me ayudan a canalizar el odio hacia mi interior. Llegando a la playa saludo a mi empleador como si fuera un gran amigo y paso a la trastienda del local de alimentos chatarra envasados a cambiar mis vestimentas holgadas de colores apagados por el short y la polera amarillos fosforescentes que, además de una cruz roja y una vergonzosa bandera chilena , tienen estampada en letras rojas la palabra "salvavidas".

    La verdad, tenemos algunas cosas en común con el empleador. Un pasado universitario, un odio creciente a las autoridades marítimas, y el consumo de marihuana, así que después de disfrazarme de salvavidas, nos enchufamos otros dos o tres pipazos cada uno y me voy a sentar en la torre de vigilancia, desde la cual simulo estar en permanente atención a las variantes de seguridad y a las condiciones del oleaje y las mareas. En realidad, la mayor parte del tiempo estoy cantando cancioncitas monótonas e improvisadas y contando los "trenes de olas", verificando incesantemente que las olas grandes vienen de a tres, de a cuatro, o de a cinco, y luego vienen tres, cuatro o cinco olas chicas, y así, cientos de veces todos los días, se suceden las olas grandes y las olas chicas en la playa de Las Cruces. 

    Cuando me aburro de contar olas, me enchufo un solo audífono y canto: me he estremecido ¿quién pagaría esto? Un escalofrío me recorre el cuerpo. Cuatro papeles rojos quedan en el recuerdo, y un sudor frío cada vez que lo cuento. De alguna forma estas canciones del punkrock español de los ochenta estuvieron muy presentes en las semanas que empecé a conocer al Bruslí. Ese ser despreciable que es mi empleador -lo llamaré Gonzalo para no usar a cada rato ese vocablo mercantil- me había avisado que venía el Bruslí a ayudarlo con unos trabajos en la terraza del kiosko, y la primera vez que lo vi estaba cortando unas tablas con un serrucho, actividad que parecía estar, ¿como decirlo? fuera de lugar, ahí, en medio de una concurrida playa del litoral central.

    Lo miré trabajar desde la torre hasta que el Gonzalo me llamó por la radio, con el típico tonito de que íbamos a fumar. Accedí como siempre. Ya estaba medio atontado por el consumo, así que me puse la mascarilla negra, los lentes de sol, y el gorro legionario, salté a la arena como si me sintiera ágil, tomé las aletas que colgaban de la torre, y caminé fingiendo normalidad hasta la terraza del kiosko. Gonzalo se burlaba del Bruslí diciéndole "ooooh entonces así se construye una escalera", y mirándome con cara de complicidad, mientras don Brus le explicaba los detalles de su pequeño trabajo de carpintería. Era una escalerita de tres escalones para subir desde la arena hasta la terraza del kiosko. Para que quedara resistente y elegante, había decidido lijar a mano y barnizar con barniz transparente cada parte de la nueva escalera, pero Gonzalo lo encontraba ridículo o exagerado, y aunque lo dejaba trabajar como quisiera, se burlaba de él cada vez que le hablaba, no una burla directa con palabras, pero sí en su tono no costaba pero es que nada encontrar la burla. Bruslí o no se daba cuenta del tono burlesco o prefería ignorarlo. Bien por él. Yo, en cambio, me llenaba de odio pensando que Gonzalo había por fin encontrardo a alguien a quien humillar.

    Era una tarde a principios de enero en la época prepandémica, y las multitudes todavía no se agolpaban en masa a la playa. El ritmo medio o medio-bajo de la jornada se había sentido muy tranquilo, y poco antes de alcanzar 9 horas cumpliendo funciones como empleado a cargo de la seguridad de la playa, me acerqué de nuevo al kiosko. El Bruslí ya tenía lista la primera de las tres escaleras que iba a construir esa semana, y estaba en la ventana de atención al público hablando animadamente con la esposa de Gonzalo, Marilyn, una mujer sin alma que, apenas me vio acercándome, me indicó con la mirada y el gesto que la acompañara a escuchar las ridiculeces que estaba hablando el viejo, o sea también se burlaba de él sin decirlo.

    "Por cada haitiano, colombiano y venezolano que entra a Chile, la señora Bachelet está recibiendo (enumeraba con los dedos de una mano) pesetas españolas, francos suizos, libras esterlinas y rublos rusos". Obviamente no se había enterado de la inauguración de la zona euro hacía ya una o dos decadas, pero alegaba que, con tanto extranjero llegado al territorio, a los obreros no calificados como él les estaba costando demasiado encontrar trabajo. Y en verdá era cierto que la playa desbordaba de empleados haitianos sobre todo, y de comerciantes no formales (vendedores de frutillas con chocolate o latas de bebidas energéticas) de nacionalidad venezolana. Le comenté que, en todo caso, no se ven muchos colombianos en las playas del litoral, pero empezó un alegato de que en las colinas (así dijo: en "las colinas") de la comuna de San Antonio se estaba llenando de tomas de terreno lideradas por mafias colombianas.

    Ya no me interesaba seguir escuchándolo. Era un caballero de más de 65 años, con la piel oscura de tanto exponerla al sol y los músculos duros y densos del trabajo obrero de toda una vida. O sea, eso me imaginaba yo. No había pasado ni veinte minutos en su presencia, pero su forma de expresarse (mas no las ideas que expresaba) me hablaban de una persona llena de ideas y proyectos. Había trabajado toda la tarde sin polera, con un pantalón corto de mezclilla. Su mirada profunda me alcanzó en cierto momento, se clavó a la mía, me atormentó varios instantes mirándome un ojo y luego otro, después miró mi ropita de salvavidas y dijo que él había sido el primer salvavidas de la playa de Las Cruces, en los años sesenta.

    Había estado a hablando puras weás contra los hermanos inmigrantes latinoamericanos, pero de todas maneras traté que siguiera hablando de su experiencia como salvavidas. Se hacía el interesante, de todas maneras, porque, apenas vio en mi mirada las ganas de que siguiera hablando, se calló, empezó a ordenar sus pocas herramientas mirándome de reojo, y finalmente me dijo que tenía que irse hasta la otra semana porque viajaba esa tarde a Santiago, a cobrar su comisión valech. Así dijo, que iba a Santiago a cobrar su comisión valech.

    Yo iba a preguntarle que cómo era eso, pero llegó el Gonzalo a finiquitar la conversación con un billete de 20 lucas que (lamentable situación) iluminó la cara del Bruslí con una sed de vino en caja que se vio reflejada en su sonrisa de dientes oscuros, y una incipiente ¿o controlada? rosácea que pareció brotar mágicamente en su nariz cuando aceptó al Andrés Bello.

    "Este viejo culiao se va a ir directo a comprar un chimbombo de ron", me dijo la Marilyn mientras yo volvía a mis ropas oscuras y holgadas en la trastienda del local. Obviamente quería saber más del tema de la comisión Valech, así que le pregunté al Gonzalo. "Noooo, si este viejo se agarraba a balazos con los milicos, pero por ahí lo agarraron y la sacaron la cresta, ahí quedó medio weón poh". ¿O sea lo torturaron? "Puta parece que sí, pero nunca habla de eso". Ya y por qué le dicen Bruslí? "Así se dice él mismo, se pone una máscara de Bruce Lee, se gana en el paseo peatonal que hay en El Tabo, y hace un tremendo show con el linchaco". "Tiene montón de historias, y le gusta harto hablar, pero si le preguntai por los milicos te corta altiro, no habla de eso con nadie". Decidí buscar la ocasión de interrogarlo, aunque tendría que esperar hasta la próxima semana.

lunes, 14 de marzo de 2022

Terror en cauquenes

 yaaaaaa imagínenese que esto sucede en un contexto laboral industrial aislado, quizá una explotación minera o tal vez petrolífera, la rutina del aislamiento divide a los biohombres entre los que hablan y los que escuchan, algunos cuentan poco y otros se desdicen inventando tonteras para sorprenderte. Este turno llegó un cabro nuevo, venía de una ciudad rara como Fresia o Los Muermos, no me acuerdo ya. Daniel

ahí dentro, pernoctamos en grupos de 4 o 6 personas, lo llaman "la habitabilidad" y la verdad habitamos de forma más o menos cómoda, pero nos escuchamos roncar los unos a los otros, y en este caso el muermino -o llanquihuense parece que era- se pegó unos gritos asustado en la noche, nada taaan fuera de lo habitual, entre los que hablan y los que roncan y los que se ahogan, un gritito o incluso un llanto pasa piola. Pero la segunda noche otro gritito, y a la tercera noche el compare entró en lo que parecía ser un ataque de pánico durante el sueño porque se agitaba en la cama, no convulsionado pero parecido, y hacía unos gritos ahogados terribles que reflejaban mucho dolor o angustia. Prendimos la luz, lo despertamos, y la verdad es que se despertó altiro, nada más le hablamos y abrió los ojos y dijo que era una pesadilla, pero tenía la mirada desencajada y el rictus demasiado tieso, miraba fijo la pared iluminada por luz blanca, le decíamos hmno estai bien? y él decía que sí que estaba bien pero que había tenido una pesadilla. Después apagamos la luz y seguimos durmiendo

la cosa es que al día siguiente en la tarde nos agarra a varios en la sala de estar, le bajó el volumen a la tele, y se pasó al grupo de los que hablan -yo como siempre me quedé entre los que escuchan. Parecía querer que lo entendiéramos, que entendamos por qué gritaba en la noche, o sea quiero decir que desde que le bajó el volumen a la tele se notó que iba a explicarnos el tema de los gritos, también porque era obvio que a todos nos había afectado un poco en el ánimo, pero con el gesto del control remoto y la subsiguiente insonorización del habitáculo todo agarró un tono yo diría que sombrío, indudablemente dramático, a las finales tenía una cara de que nos iba a contar algo "terrible"

dijo que él, actualmente en Purranque, tenía la tremenda vida, que habitaba una casa de 7 piezas y 4 baños, mostró fotos de los baños, y del patio de su casa. Dijo que a sus 32 años tiene "cualquieeer" historia que contar, que ha vivido muchas cosas. El asunto es que su papá tiene, o tenía porque parece que se murió, un local donde comercializaba cebollas en un mercado de Puerto Montt. Le fue bien durante muchos años y compró varias casas en los alrededores, en una de ellas habitaba mi colega. Desde los 12 o 13 años (contó todo esto sin que nadie comentara nada) había ayudado a su papá en el negocio. Compraban cebolla en campos y las llevaban hasta el mercado donde las vendían al por menor. Iban entonces, en el camión, a cargarlo se cebolla en campos de viejos en tegualda, rupanco o entrelagos, después volvían a puerto montt y repartían cebolla entre las verdulerias y mantenían la bodega en el mercado

en cierta época el papá empezó a comprar cebolla a mejor precio, pero muuuuucho más al norte, en Quirihue, región del Maule. Demoraban dos días en ir y volver. Resultó que en uno de esos viajes, mientras se preparaban para dormir en una carpa al costado del camión, esto en un campo a unos 15 kilómetros de Quirihue, fueron invitados a la "noche cauquenina", en la vecina urbe de Cauquenes, donde asistieron al saludo de la reina de cauquenes (una chica de 16 años que saludaba y sonreía desde un carro alegórico), y participaron de esa especie de carnaval que se arma entre los carros alegóricos, pero que está dominado casi exclusivamente por el comercio

iban caminando juntos en medio del gentío, y Daniel derrepente se encuentra con una enorme jaula de madera, circular, de dos metros de altura y uno de diámetro. Mirándola, calcula que media docena de niños de su edad caben fácilmente en la jaula. Está repleto de gente alrededor y ve cuatro paquetes que reposan en el suelo, dentro de la jaula; son unos paños negros que se agitan. Un hombre de capa también negra e incluso gorro negro recibe un pago y levanta uno de estos paños. Aparece en escena el ave más espantosa que hayas visto, es deforme, está llena de sangre, cicatrices y coceduras, vuela apenas y cae aparatosamente al suelo, donde se agita y convulsiona de forma asquerosa y lamentable... el niño observa con atención un segundo y ve horrorizado que la criatura tiene ¡dos cabezas! Su ánimo entró en un torbellino, se sintió mareado y agitado y recién en ese momento se vio solo, sin la compañía de su padre, desesperado ahora por la falta de su protector, que suponía a su lado, corre entre la gente, buscándolo pero corriendo en círculos aparentemente porque vuelve a encontrarse con la jaula, y ve que un hombre explica, dice que con un bisturí cortó el ala izquierda de una tórtola, y también cortó el ala derecha de la otra tórtola, y después cosió a las dos tórtolas y las alimentó lo mejor que pudo, y así inventó las tórtolas de dos cabezas. Por 5 lucas podías verlas volar, aunque algunas mueren

Daniel dice: yo vi eso hermano, yo, se toca el pecho, estoy seguro que escuché eso, pero no lo he vuelto a ver. Fue en Cauquenes hmno, y fue el año 1996, a fines del verano, y desde que lo vi tengo la pesadilla, es una pesadilla donde soy un imbécil, pienso solos siete u ocho palabras, ¡Duele! ¡Vuela! ¡Sígueme! ¡Suéltame! Pero lo principal es dolor, siento que un brazo está hecho de pura carne abierta y que me duele a morir, con una fiebre y un mareo y una agitación provocada por otro ser cuya carne viva se refriega con la mía hasta que ¡se hace la luz! , me deslumbro con la luz blanca del sol y en medio de un dolor punzante y totalizante vamos de cabeza a estrellarnos contra una pared, ahí despierto, agitado y sudando, a veces el dolor se siente como si me fuera a morir, me paraliza o me da pánico, pero bueno... Finalmente buscó tranquilizarnos asegurando que eso sueños le sucedían una o dos veces cada año, que lo tenía bajo control, para que no nos preocupemos

el tema es que dos o tres noches después de eso se puso de nuevo a gritar como desquiciado en la cama, tipo 5am, pero esta vez, cuando lo despertamos, se demoró varios minutos en tranquilizarse, se tocaba un brazo y nos miraba amenazante, listo para defenderse. Derrepente, despierto y asustado, empezó a gritar de forma muy angustiante, dolía en el alma escuchar sus gritos de dolor. Tiró lejos las almohadas y el cubrecama, y cayó desmayado. Le tomamos los signos vitales y estaba bien, aunque con el rostro desencajado. Ya iban a ser las 6 de la mañana y nadie se atrevía a dormir, excepto Daniel que estaba roncando. Se habló con la jefatura y 9am llegó un transporte de emergencia donde subió obligado, por que decía estar bien. En la compañía de medicina ocupacional calificaron el incidente como crisis de angustia, y le suspendieron el contrato. Mandó fotos desde el hospital del trabajador y después mandó una hermosa foto de uno de sus baños y del terreno de su casa en Purranque