Una vez más la técnica de adquirir un libro sólo por tincá me
ofrece buenos resultados. “Niños Extremistas” es la “primera novela” de un
pencón que no se da ningún color en su biografía. Me parece que el compare está
de acuerdo con y asume la “caída de los grandes relatos” y se posiciona a sí
mismo como parte de un grupo de amigos cuya misión no es cambiar el mundo sino
acusar la injusticia de la falsa transición, acusar siempre la traición y
dejarse también llevar por el trago y la buena vida: nada muy distinto a la
propuesta lautarista de hacer la revolución siempre con alegría y hacerla hoy, es
decir, ahora mismo. Se quedan asomadas al principio de mis ideales algunas
ideas lanzadas como “…hoy he tomado una decisión importante en mi vida:
fracasar. (…) He tomado la decisión de que para vivir mejor he de fracasar más”.
O una escena donde un casi-combatiente revolucionario, año 94-95, le grita a un
grupo de pacos “¡Devuélvannos la dictadura!”, y después dice que dijo “devuélvannos
la dentadura”. Claro, la novelita tiene humor, pero está escrita en serio. Por
último, señalar que adhiero casi al cien por ciento con los postulados
ideológicos que el autor parece reflejar en la historia (la dictadura no se
acabó, la democracia es otra dictadura, el sexo es libre por definición y la
monogamia es una farsa).
Título/autor: Niños Extremistas – Carlos Ortiz Peña
Nº de págs.: 143
Editorial: Sangría
Formato de la edición: Formato de 13x18 centímetros.
Cubierta sin solapas en cartulina de 250 gramos, impresa digitalmente a cuatro
colores y con termolaminado opaco. Interior en bond ahuesado de 80 gramos, impreso
a un color. Encuadernación en plástico hotmelt con lomo cuadrado.
Adquirido en: recuperado legítimamente desde el retail.
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