viernes, 10 de enero de 2014

sideral proyections - chapter 1

amigos, esta historia es verídica. desde hace diecisiete años, nos levantamos a las 4 de la mañana y nos duchamos con agua fría, luego bailamos frente a la representación del dios krishna durante cerca de dos horas, más tarde tomamos posición norte y levantamos nuestro espíritu hacia la totalidad. la experiencia de krishna es total y yo diría que incluso alucinante. durante la meditación he habitado las más recónditas locaciones de la totalidad, he inspirado cada aroma, emocionádome con cada sonido, alimentádome con cada manjar, he vivido extasiado de placeres, palabras, sideralidad infinita, viajes pletóricos a velocidades monumentales, ¡hemos disfrutado cada rincón del cosmos, tenemos la conciencia inundada con lo más profundo del conocimiento!, entendemos cada palabra, cada situación, estamos al tanto de cada suceso, de todos los sucesos, ¡estamos al tanto de todo!, pero tenemos que alimentar nuestro cuerpo, y durante algunas horas de la tarde recolectamos alimento de nuestro huerto, de algunos árboles de los alrededores, comemos frugalmente y volvemos a meditar hasta que entra la noche. cerca de las 12 de la noche nos acostamos sobre pequeños catres de madera. esta casa la construimos con materiales reciclados, geopolíticamente se ubica en la comuna de san juan de la costa, región de los lagos, chile. pertenecemos a un pequeño grupo de la comunidad krishna que ha centrado su atención en la meditación prolongada. esta agrupación fue fundada hace más de setenta años. la historia es difusa y sinuosa, se centra en un personaje que venía escapando de alguna guerra entre castas de la india y tras un largo viaje llega a sudamérica, respira el aire de la costa y asegura sentirse pleno, construye esta casa, conoce a los vecinos del sector, hace amigos, instala el huerto, medita día a día y con los años se suman a él algunas personas, entre ellos mis abuelos, con quienes experimenté a krishna desde mi infancia. actualmente vivimos trece personas en esta comunidad y no mantenemos contacto activo con ninguna otra comunidad krishna, tampoco tenemos información clara de que otras agrupaciones dentro del krishnaismo practiquen este tipo de meditación, hablamos español y construimos familia en comunidad. digo que esta historia es verídica porque hubo autoridades en toda la humanidad que no quisieron escuchar nuestras palabras.

un día de invierno del año 2004, aposté mi carnalidad hacia el norte, sin cerrar los ojos contemplé el paisaje: llovía copiosamente y el espíritu de krishna invadía rápidamente mi consciencia. me estuve moviendo por un musgo penetrante que respiraba inteligencia, con la humanidad plena dentro de sí, con toda la naturalidad de una palabra lejana o ambigua, un despertar o renacer que saludó sin más, comunicación patente, un saludo sideral, una latencia de razón. lancé un hare krishna monumental, me invadía un éxtasis. mi propio saludo llegó replicado, se totalizó un hare krishna entre nuestras razones, mi propia razón respondió un cuestionamiento, tal vez pidió una explicación, y toda la moral fue devastada con una éxtasis fenomental, éxtasis, éxtasis, éxtasis, ¡toda la grandiosidad, toda la totalidad, lo más alto de todo!, tal parece haber sido la respuesta a la pregunta que invadía el espacio, quién eres, qué buscas. luego una nueva revelación: mi mente sentía estar experimentando una vida diferente, una existencia ajena, viajé durante milenios y me encontré a mí mismo envuelto en la soledad sideral, mi yo recorría universos dimensionales buscando algún incentivo para prolongar la existencia de una raza, una forma de vida que se intercalaba entre espiritualidades, visitando cada vericueto del pensamiento. busqué nuevamente una fórmula para mí mismo y me encontré, ya está dicho, envuelto en la soledad sideral, pero esta vez inundado de mi territorialidad, de mi espacio físico, este soy yo, aquí estoy, estos son mis ojos, este es mi cuerpo. intenté un nuevo contacto: invoqué una duda más específica: pedí coherencia. y llegó a mí un estruendo fantástico, un tambaleo que detonó en mí un nuevo éxtasis, una respuesta clara y específica, prácticamente una palabra, una frase, instrucciones.

esa tarde en el huerto recolectamos hortalizas rápidamente y se cocinó el banquete mucho antes del atardecer. intercambiamos algunas frases al respecto sin mucho ánimo de discutir por separado, había que analizar las instrucciones como grupo. estuvimos de acuerdo en que, como grupo, teníamos que estar conscientes de haber estado en contacto con algún tipo de inteligencia ajena. tales parecían ser las instrucciones. como grupo, estuvimos de acuerdo en eso y volvimos a la meditación.

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