lunes, 30 de marzo de 2015

Introducir a relatos neoliberales

Rosa Maria tiene un problema de tipo sexual con su esposo, exige el divorcio.

Él siempre la ha engañado, y ahora ella lo encontró teniendo sexo con la sirvienta. Ella tenía sospechas, presunciones, pero nada concreto. Llevan casados 38 años. Tres hijos adultos y una nieta. Ella quiere divorciarse porque esta vez sí lo pilló, con las manos en la masa. Se instaló un aparato. Tenían un restaurante de comida mexicana. El decidió vender para retirarse, pero aprovechando ese dinero se puso el aparato para tener más virilidad. La bomba. La bomba famosa. Se puso como conejo, se siente muy joven, quiere meterse con todas las mujeres que se le cruzan. Está siempre apachurrando la bombona, quiere sexo y sexo, pero ella tiene 60 años y no quiere tanto sexo, no. El salió de trabajar cuando jubiló y empezamos a viajar, y contratamos una muchacha para hacer lo que hay que hacer en una casa. Entonces él fue a contratar una mujer bastante voluminosa, muy a su gusto. Andaba raro. Se mete a tomar clases de karaoke y volvía pintarrajeado y con olor a perfume de mujer.  Luego me lleva a la muchacha a ir de compras, pero no los dejo, voy yo. Salí, tenía un plan, estacioné la camioneta en la otra acera y volví y los atrapé encamados y los saqué a la calle. Ahora el vive con su mamá. Ella tiene ochenta años, la mamá, y él tiene 58, pero alguien está diciendo una mentira.

Lo único que quiero agregar es que él no puede volver a la casa, aunque sea casa de los dos. Si él no respetó la casa, no lo dejo volver. El plan de vida era estar con ella, siempre él la amaba, la bomba fue para darle más placer a ella, trabajó como un burro, les dio la mejor escuela a los niños, y con lo de la bombona, le dieron a ella unos celos espantosos y ahora siempre acusa de que ando con una y otra mujer. Ella me rechazaba y me rechazaba y me rechaza en la cama, reconozco y me arrepiento de haber sido infiel con la sirvienta, es tarde, la chica es eslovaca, ella vio mi sufrir, mi desesperación, mi falta de sexo, rechazos, celos, estaba vulnerable, y la eslovaca entendió y me comprendió y caí, tuvimos sexo, luego mi mujer lo descubrió, pero para mi no significó nada, fue solo sexo, la mujer con la que yo quiero seguir viviendo es mi esposa.

Buenas tardes soy denisa. Bueno he venido a ayudar a la pareja, a los esposos para que vuelvan juntos, porque yo sé que Alfredo la sigue amando, yo sé que él sigue enamorado de ella, desde que trabajo en la casa siempre ha sido muy respetuosamente, él me pide consejos para cortejar con su esposa, así que le aconsejé que saliera a bailar solo para darle celos a la señora,  cosa que hizo y funcionó, y lo ayudé con perfumes para despertar en ella la curiosidad. Tantas pláticas tuvimos que me encariñé mucho con él, y hubo un momento de calentura. Él siempre mencionaba su nombre, siempre decía Rosa María y luego siempre se ponía muy arrepentido

Y no me canso de decirlo, fue un error, estoy realmente muy arrepentido. Yo hasta me quitaría la bombona si ella me lo pide y yo seguiría siendo el mismo, pero salió muy cara y todavía no la puedo ni siquiera estrenar con mi mujer.

No es justo que por un simple desliz se vayan a la basura 38 años de matrimonio, pero qué hubiera hecho Alfredo si hubiera encontrado a Rosa maría con otro hombre, yo me integraría y hacemos un trío, claro, por qué no, si es que ella quiere, responde Alfredo.

Lo mejor es que se perdonen, dice el hijo. Esta siempre ha sido una familia muy unida. Yo también, claro, yo también cometí un error. Yo también engañé a mi novia y ella me perdonó, mamá. Pero qué tienen que ver.

Interesante notar que 38 años más tarde la mujer siga teniendo un sentimiento de posesión con el hombre, un momento de enamoramiento incluso. Los ancianos se reafirman con el sexo. Les ayuda. Pueden volver a enamorarse. Sería interesante volver a etapas anteriores sexualmente, siempre reaviva una relación, incluso la bombita, me parece que la bombita es una interesante idea.

Rosa Maria. ¿todavía lo amas?

Desgraciadamente sí, me ha dolido mucho todo. Llora. Él le suplica perdones. Lloran juntos. El público se emociona. Le pide una oportunidad, tiene muchos deseos de estar bien, de llevar a cabo los planes. Ahora ella lo besa, el público aplaude, la doctora niega la demanda, no hay divorcio. Perdonen señores, aprendan a perdonar cuando la persona es buena

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