martes, 3 de marzo de 2015

mediocre publicidad

Habíamos instalado un total de 3 cámaras en el interior del ascensor. Las Condes, sector El Bosque Sur. No puedo dar la dirección porque es secreto profesional. Además de las cámaras del ascensor, había 2 cámaras en el primer piso y 2 camarógrafos de a pie, con la cámara al hombro, esperando en el piso 10. La idea, sencilla, tal vez demasiado fácil, copiada y poco original, incluso medio aburrida.

Un personaje cualquiera se sube al ascensor y segundos después se sube nuestro actor. El personaje cualquiera va al piso 10, a una supuesta entrevista de trabajo para un call center. El actor se sube junto a él y aprieta el botón del piso 8. Mientras el ascensor sube, el actor se muestra preocupado, incluso sudoroso. A la altura del piso 4, este actor deja en el suelo el bolso tipo gimnasio que anda trayendo. Con las manos registra rápidamente el bolso y saca un pasamontañas negro y toma una metralleta (de juguete, de plástico, pero bastante realista), con actitud de asaltar el piso completo.

El personaje cualquiera debería asustarse, pero en cambio se muestra interesado, alerta y alegre, pregunta por un segundo pasamontañas y por sus posibilidades de participación en el atentado. El actor continúa el show y de forma muy violenta le grita que se calle, que se mantenga en el ascensor. En el piso 8 el actor sale casi al trote y apresura gritos desmedidos y un equipo de sonido reproduce un contexto semi bélico. El personaje cualquiera quiere asomarse, pero al escuchar ruido de metralleta, prefiere mantenerse en el ascensor, que cierra automáticamente la puerta y se dirige ahora sí al piso 10.

Durante el corto trayecto, el personaje cualquiera registra el bolso y encuentra lo que habíamos metido en él: papeles y metales sueltos que podrían dar una leve impresión de bomba a un expectador inexperto. Al abrirse la puerta del piso 10, un grupo de actores disfrazados de policía de investigaciones intenta continuar la broma y asustar al personaje cualquiera, pero este emprende un ataque directo contra los supuestos uniformados, sacando los fierros del bolso y lanzándolos con ánimo de matar, logrando pocos segundos después reducir al primero de los actores, mientras grita: “¡Nunca más solos, conchetumare!”, y le retuerce el brazo contra la espalda y le pega sendos codazos en la nuca.

Los demás actores retroceden un poco y al cabo de unos segundos utilizan la superioridad numérica para sacar al personaje cualquiera de encima del ya malherido actor golpeado. El personaje sigue defendiéndose mientras es reducido y los camarógrafos graban toda la situación. Una modelo con buena labia, contratada por la producción, se acercó al personaje -ya reducido y con las rodillas de tres actores manteniéndolo boca abajo contra el suelo- e intentó de explicarle que todo el asunto se trataba de una broma para la televisión.

“¡Peor todavía, maraca conchetumare!, cómo se te ocurre participar de una imbecilidad como esta. ¡Muerte a la televisión, que se acabe este país de mierda, que se vayan todos, a la mierda todo, cómo se les ocurre, imbéciles, idiotas, suéltenme, asesinos culiaos!, así que para esto era la entrevista de trabajo. ¡¿Ustedes creen que uno como cesante tiene ganas de participar de una broma imbécil como esta?! ¡¡¡¿¿¿Cómo mierda se les ocurre???!!!, lo más bajo en producción publicitaria, weones fomes, aburridos, inconscientes, no son nada, no son nadie, tú, gordo conchetumare, no erís nada, no valís niuna weá”.

Como el personaje no se calmaba, llamamos a los guardias del edificio, quienes lo dejaron en la vía pública. Según nos dijeron, se quedó gritando insultos contra todos nosotros durante algunos minutos y luego se fue caminando, en dirección al metro tobalaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario