lunes, 23 de noviembre de 2015

dámaris por favor ayúdame, no sé qué hacer, no puedo controlarme, soy drogadicto, cachai, soy drogadicto y no puedo controlarme, son las tres de la tarde y he estado volándome todo el día, desde temprano, la primera quemá la pegué a las 8:07am al salir de mi casa y la última a las 14:40, después de almuerzo, y ahora estoy sentado aquí con los ojos rojos tratando de hacerme el weón, de que pase piola... tomo harta agua para evitar un poco el olor, el aliento, cachai, al aliento a marihuana, el olor que se impregna en mi ropa… me pierdo en esto o en lo otro, ahora mismo, por ejemplo, tengo el informe listo y no te lo mando porque quería escribir esto, lo iba a revisar antes de mandarlo pero me puse a escribir esto, apenas termine acá te lo mando. ya. ya. ahora te lo mando

viniste. tú en unos meses ni te vai a acordar qué día fue, pero viniste. me dijiste: ¿y el informe? entonces te lo mandé... hoy es un día cualquiera, dami, y me demoré un poco en el informe porque estoy aquí tratando de cachar si sigo escuchando jazz o si los sorprendo a ustedes con unos temas de la Whitney Houston a todo volumen en la radio de acá atrás

oye ayúdame, no sé cómo parar, estoy angustiado, no me gusta venir para acá todos los días, es una tortura, levantarse temprano todos los días, a la misma hora, todos los días en la misma, típico día que pasamos todo el día entero y no avanzamos nada de nada en nada de lo que tenemos que hacer, pasan los días y nada cambia, nada se mueve nada varía nada avanza nada termina nada nuevo empieza, así son los días aquí, parejos interminables inútiles lentos

qué voy a hacer entonces para soportarlo, salgo a quemar una cosa poca o vamos con el pángelo a dar la vuelta de la manzana y aprovechamos de comprarnos un helado, de saludar a los otros drogadictos que salen de sus horrendo trabajos monótonos a darse una vuelta pegándose una quemás igual que nosotros, wena cabros, wena wena, y el éste que dice “aii tíii” o “tía venda un mono?” y nos reímos un poco y hacemos planes tratando de olvidarnos que después hay que volver a sentarse a seguir haciendo lo mismo de nuevo una y mil veces en un proceso infinito que no tiene ni principio ni final

me siento de nuevo aquí volao como piojo simulando que trabajo a lo largo de horas y horas enteras donde veo videos de youtube o me quedo simplemente mirando la pantalla con cara de estar haciendo algo por si alguien pasa y me ve, que no me vea flojiando

hoy vino el porlando a decirme que había tenido una cita con la gente de la policía de investigaciones y yo como haciéndome el lagi le tiré una respuesta vaga del estilo “mira tú”. el loco se viró de mi espacio pero fue como una advertencia, o sea no me lo dijo pero el mensaje era claramente que él preferiría que yo no fume marihuana en la jornada de trabajo y para mí es complicado poh damaris, es difícil

no se me ocurre cómo soportar la rutina del día a día en este lugar que considero incluso mi hogar pero que siento me limita me encarcela me mata. quemando la ésta por lo menos me siento más vivo, me ayuda a concentrarme, termino la pega más rápido porque me concentro, pero después tengo que salir a quemar de nuevo porque el tiempo libre quiero aprovecharlo de estar volao

así que si sigo volándome van a terminar pidiéndome que me vaya para siempre de esta oficina, pero yo no puedo estar acá sin volarme porque no funciono ni lo soporto si no me vuelo

cachai dami que la situación es muy precaria, tiembla esta falsa estabilidad, un círculo vicioso que va a terminar pronto con mi venia con mis ganas con placer de que termine, de que se acabe pronto

voy a seguir volándome hasta que me echen dami y de antemano quiero pedirte disculpas si te incomodó mi actitud, te juro que siempre lo hice con cariño para contigo y para con los otros cabros, siempre amiga, siempre en el marco del respeto y la sana convivencia, te mando un gran abrazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario