jueves, 31 de agosto de 2017

quirquincho

y yo cabrxs, estaba escuchando a este tripulante que contaba un chiste, en un barcito en Caldera, pero como en el buque hacen exámenes de drogas, yo no había fumado nada hace meses, había pasado limpio dos tests de orina, con dos meses de diferencia... este día, en cambio, el tripulante me andaba tentanto, cachai, me dijo que en Caldera no tenía mano pero sabía pa qué lado moverse, que necesitaba tiempo pa conseguir algo, entonces me mandó a pasear solo, yo tomé un colectivo y fui a avistar aves en Bahía Inglesa, al gaviotín chico seguro, aparentemente a un petrel gigante, más tarde volví a Caldera, iba recorriendo el centro histórico cuando me comuniqué con el tripulante volao -que le decía "mandanga" a los jales (pensó que me refería a eso al minuto de advertirle que yo no fumo porro, "ah, voh le hací a la mandanga", me dijo, y yo le dije que noooo poh que a los verdes no más, no a los café, por ahí parece que me entendió)-, y quedamos de vernos en un bar, donde se sacó un molío seco que parecía paragua pero que según él era la famosa cepa peruana, así que nos fumamos la hueá a escondidas y nos fuimos a otro bar, a uno que queda en una galería del centro, extrañamente abierta a esas horas, bar simplemente equipado con una barra con taburetes en medio de la galería de tiendas comerciales (copias de llaves, fotocopias, trofeos) cerradas, además de una pantalla gigante donde transmitían a todo volumen cumbias andinas, esa música típica peruana con vídeoclips de bajo presupuesto (con todo respeto), y el tripulante, como digo, contaba un chiste, fingía interpretar música en el charango y decía

voh sabí qué son los charangos o no
hay visto uno
sabí o no
sabí de qué los hacen
los hacen con un quirquincho poh weón
cómo te dijera
es como un armadillo
es la caparazón del armadillo
esa es la caja del charango
como la caja de la guitarra
parecida
pero así hacen los charangos
con un quirquincho
ya poh
yo conocí a un weón que hizo un charango con una tortuga
una tortuga de este porte, cachai
poco más grande que un quirquincho
y sabí cómo sonaba el charango hecho con una tortuga weón

y yo cabrxs, toda volá, ay de mí, emocionadísima imaginándome el sangriento proceso de construcción de ese instrumento tan especial, tan único, cómo habrán destripado a la pobre tortuga, dónde la habrán capturado (¿un bote de pescadores?, ¿un buque de pesca de arrastre?), tal vez era un animal críado toda la vida en cautiverio, que no conoció nunca la libertad, o quizá la habían sometido a un proceso cruel para hacerla crecer del tamaño adecuado, o le daban hormonas para que el caparazón tuviera la densidad/dureza adecuadas, me imaginé que daría un sonido más hueco, más profundo, y aunque también surgían muchos otros pensamientos que avanzaban con resolución por esas índoles, llegó el tiempo en que el tripulante, sin una pausa de por medio, remata la talla diciendo:

suena igual, pero más lento, wuuuuaaaa jaaa jaaajaajajajaja

y yo cabrxs, tapao en risa, al tanto de que el efecto de la cuestioncita era potenciado por la tolerancia cero, por un rato pensé decir que dependería mucho de si es una tortuga mediterránea, o la de las galápagos o la gigante pelágica, o alguna otra, pero me reía con tantas ganas que al ratito pude por fin, durante unos 7 u 11 segundos, olvidarme de tantas vueltas que le estaba dando a todo, y dedicarme exclusivamente a disfrutar la existencia, ahí, en medio de la carcajada, sentí que lograba detener el diálogo interno, en un éxtasis con escalofrío y lágrimas, una conexión con lo absoluto donde mi cuerpo se contorsionaba rítmicamente, sin ninguna idea clara en la mente, la sensación de que todo está perfectamente bien, amándolo todo a mi alrededor, lo que es, a fin de cuentas: el único conocimiento verdadero, la única verdad

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