domingo, 1 de mayo de 2016

El abuelo que saltó por la ventana y se largzzzzzzz


Los suecos se creen el hoyo del queque, conchetumare. se hacen los santitos recibiendo exiliados de todo el mundo pero no se hacen siquiera algún drama vendiendo armas de fuego, tanques y misiles a cuanta guerra azote a la humanidad. por si fuera poco, este cerdo de jonas jonasson (que es como llamarse Martín Martínez, o sea, sus papás son unos hijos de puta) viene y hace famosa una novelita donde el protagonista dice haber sido indispensable para desarrollar la bomba atómica en la base de Los Álamos el 43, en un submarino soviético en el mar báltico el 48 y en Indonesia en 2005. como si la creación de la bomba atómica fuera una anécdota más de la historia del siglo 20. no contento con esa brutalidad, habla de roosevelt, de harry truman y de nixon como personas razonables, agradables y hasta simpáticas, y de stalin, kim il sung, kim jong il y mao tse tung como una tropa de imbéciles incapaces de controlar su ira y su estupidez. en internet dicen que la novela policial sueca es prácticamente un nuevo género, y está bien, los suecos pueden hacer lo que quieran con su sociedad, entretenerse con las idioteces que gusten, así, no tengo ninguna queja contra las novelas de la trilogía millenium de stieg larsson, que parecen adentrar en los horrores profundos de la sociedad escandinava, cuyo relato, aunque excesivamente largo, es entretenido y fácil de leer, una lectura entretenida. jonasson hace lo mismo que larsson, escribe una irreprochable y entretenida novela policial en la Suecia actual, tiene algo de humor y se lee rápido. pero aburre con la historia de la vida de este abuelo, es inverosímil que un sueco sin preparación haya conocido personalmente a la mayoría de los líderes mundiales del siglo pasado y haya influido "sin proponérselo" en el fin de la Segunda Guerra Mundial, en la victoria del comunismo en China, en la caída de la unión soviética. en todo caso, que sea inverosímil me da lo mismo, lo que da para odiarlo es que desde la comodidad de su casita en Suiza al borde de un lago venga a darle lecciones acerca de cómo valorar el mundo. que deje de poner la guerra en primer lugar y empecemos a conversar. mientras el asesinato de millones de personas sea una anécdota graciosa en la vida de sus protagonistas (el personaje durante 12 años fue informante de la CIA en el programa nuclear soviético), desde la racionalidad le diremos: métete tu novela por el culo, sueco culiao.


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