martes, 24 de mayo de 2016

ñañame

ñañame

una historia poco conocida acerca de la participación del vergonzoso ejército de Chile en el proceso de postindependencia del Camerún me fue relatada por un militar guatemalteco que conocí en una discoteca de música cubana en pleno barrio cívico -el distrito londinense- de Hong Kong

según su relato, para 1981 el gobierno independentista de Ahmadou Adhijo había implantando una economía liberal en todo el Camerún, basándose principalmente en el agro: el cocoñame en la costa, el tabaco en la montaña, y el maní en las planicies meridionales del lago Chad, al norte del país

el poderío armamentístico de la república era insuperable, pero con el paso de casi dos décadas una decena de las más de 200 comunidades tribales se habían levantado en armas por todo lo largo y ancho del país, no pocas de ellas apoyadas desde el extranjero por lo que el uniformado guatemalteco llamó comunismo internacional

ante la inminente caída del gobierno, Adhijo acudió a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para pedir refuerzos internacionales, consiguiendo que varios contingentes de los cascos azules se apersonaran en Yaoundé, la capital, pero también en Maroua, al norte, e incluso por el sur, en Ebolowa

algunos ejércitos financiados por la Central Inteligency Agency de los Estados Unidos de Norteamérica enviaron asimismo tropas para defender "la república" liberal, dejándose caer un contingente chileno en la costera ciudad de Limbe

la llegada del contingente chileno se remonta a un suceso acaecido dos años antes, cuando el recién asumido dictador de la Guinea Ecuatorial, Theodore OBiang, visitaba en Washington la sede del banco Riggs junto a su esposa, Constancia Mangue

esta señora tuvo la ocurrencia de cenar sola en un lujoso restaurant en el distrito de Silver Spring, Maryland, la antigua zona financiera de la capital estadounidense, percatándose, mientras saboreaba su filete mignón, de la entrada al lugar una pareja muy elegante rodeada de varios guardaespaldas

se trataba de Augusto Pinochet y Lucía Hiriart, que habían acudido a la ciudad en misiones similares, internando valores de dudosa procedencia en el banco Riggs y viviendo el lujo estadounidense aunque apenas hablaran inglés

la señora Mangue se llevó una muy buena impresión de la pareja y organizó para el día siguiente que OBiang y Pinochet almorzaran juntos en el restaurant MySweetPrince, a pocas cuadras de la sede del Fondo Monetario Internacional, sin prensa, encuentro donde se dejaron invitados el uno al otro a conocer sus respectivas dictaduras, pese a la repulsión que causaba en la señora Hiriat el hecho de que la pareja africana tuviera la piel negra

de regreso a Malabo, OBiang se enteró de la guerra de guerrillas que se estaba gestando al este del Camerún, a pocas millas náuticas de su palacio de gobierno, y supo que varias plantaciones que coadministraba junto a latifundistas alemanes en los alrededores de Tiko habían sido tomadas por el nuevo Ejército Popular de la Ambazonía, zona dominada por los ingleses desde el tratado de Versalles, pero donde muchos intereses alemanes habían sido respetados tras la disolución del imperio teutón en 1917

este ejército popular proclamaba el socialismo en cada ciudad que liberaba y se alimentaba de armas y contingente cubano que huía de la anarquía angoleña

el pequeño ejército de la Guinea Ecuatorial envió algunas tropas a Buea, que fueron apoyadas por un destacamento del Ejército de Chile enviado directamente por Pinochet para defender los intereses de su "amigo personal", el señor OBiang

este destacamento viajó en un avión Hércules de la fuerza aérea chilena, aterrizando en la capital guineana la segunda quincena de enero de 1981

se trataba de una veintena de conscriptos de entre 17 y 20 años, más bien flacos y bajos, particularmente blancos, comandados por tres militares de mayor rango, vestidos con boinas negras, que se hacían llamar, justamente, boinas negras, es decir lo que se conoce como comandos

ningún conscripto hablaba inglés, y sólo dos de los comandos, así que junto a ellos viajó una señorita de apellido Malache (se pronuncia malach) que ejerció las funciones de intérprete español-francés

tras dos noches en Malabo, donde abundó el licor de ñañame y donde más de un conscripto conoció las amplias vaginas de las prostitutas africanas, los valientes soldados se embarcaron en un lanchón de madera bautizado como Belle Michelle, primeras y últimas palabras francófonas que la señorita Malache vio o escuchó en la hispanohablante Guinea

las 18 millas náuticas que separan a Malabo de Limbe fueron recorridas por la Belle Michelle en algo así como dos horas. el desembarco en Limbe no fue especialmente glorioso y mucho menos lo que siguió, ya que el destacamento fue prácticamente abandonado por los funcionarios guineanos que los habían acompañado

sin saber qué hacer, el comando de mayor rango, Capitán Korpaski, envió a la señorita Malache a preguntar a los negros del muelle dónde podían refugiarse. lamentablemente el francés académico de la señorita nada tenía que ver con francés mezclado con alemán, inglés y quién sabe qué otros idiomas africanos que hablaban los lugareños, y sólo pudo obtener una dirección en la que caminar, dirección hacia la cual los negros apuntaban al escuchar la palabra ejército

los conscriptos provenientes principalmente de poblaciones "callampa" del gran Santiago aguantaron sólo un par de horas caminando bajo el aplastante calor ecuatorial, asimismo la señorita Malache. alegaban, además, que la caminata no tenía sentido, pues nadie sabía a dónde dirigirse

los boinas negra en todo caso obligaron al grupo a continuar la marcha. iban por un camino de tierra roja rodeado de una espesa selva verde. al cabo de dos o tres horas encontraron lo que les habían prometido los lugareños, un cuartel del ejército camerunés

esta vez la señorita Malache logró entenderse con los militares, quienes se mostraron muy sorprendidos con la ayuda recibida desde Sudamérica, y enviaron al destacamento a cuidar un puesto de una carretera secundaria casi sin circulación en Moliwe

sin demasiados cuestionamientos el destacamento cumplió funciones durante dos o tres semanas, en las que apenas cruzaron el puesto unos cuantos arrieros de la zona, mujeres cargando frutas, nada que los conscriptos consideraran digno de preocupación

además de los camarotes, el puesto de carretera contaba con una amplia sala de estar, una especie de quincho al aire libre que tenía una radio y una televisión conectada a un satélite con la que se podían sintonizar las transmisiones de Eurovisión

el día 19 de febrero a las 4am uno de los conscriptos se aburrió de escuchar música francesa en la radioemisora del gobierno camerunés y, tras apagar el radiosintonizador, procedió a encender la televisión, encontrándose para su sorpresa con un Camilo Sesto en pleno apogeo de su carrera, presentándose en el festival internacional de la canción de viña del mar, certamen que estaba siendo transmitido por primera vez en su historia por Eurovisión

apenas pudo contener la emoción. fue gritando a los camarotes donde al principio no le creyeron pero al rato la mayoría de los chilenos presentes estaba frente a la televisión, siguiendo la transmisión que duró hasta entrada la mañana

esa misma mañana apareció frente al destacamento chileno un contingente de negros africanos y cubanos dispuestos a la batalla. la mayoría de los conscriptos se encontraban durmiendo y la señorita Malache terminó dialogando en español con un agradable militar guantanamero

los conscriptos se levantaron aunque no estaban preparados para el combate, pero los tres comandos quisieron dárselas de héroes y atacaron por la espalda a algunos cameruneses, logrando herir a dos, pero sin éxito, resultando muertos cada uno de una decena de disparos de metralleta, quedando el cuerpo del capitán Korpaski mutilado en la tierra

los conscriptos no supieron defenderse, por lo que el ejército popular procedió a desalojarlos e incendiar el lugar, para luego retirarse con la señorita Malache, dejándolos solos en medio de la selva sin saber qué hacer

como no tenían comida, empezaron a caminar buscando frutas, pensando en  dedicarse a la caza, pero a pocos kilómetros de selva encontraron un extenso humedal lleno de camarones, con los que se alimentaron durante semanas, durmiendo en sus carpas de campaña

durante una mañana en la que recogían camarones a destajo, apareció en la bahía una balsa tipo zodiac del ejército camerunés que los envió de regreso, primero a Limbe, y luego a Malabo, donde fueron obligados a trabajar como obreros durante varios meses para ahorrar dinero para comprar sus pasajes de vuelta a Chile, vía París

así es el capitalismo, les explicó OBiang cuando los fue a despedir al aeropuerto, regalándoles a cada uno una botella de licor de ñañame y una medallita de agradecimiento por los servicios prestados a la patria

domingo, 22 de mayo de 2016

(Experimento sin titulo)

((Chiquillos metanle mano a este texto, modifiquenlo, cambienlo y agregen detalles. Hago algunas sugerencias))

Escondido en un refugio para fotografiar aves, fue testigo de un fenómeno del que nunca fue advertido, ni por libros, ni por videos, ni por anecdotas. Frente a su cámara había una orgía de aves en su mayoría patos de collar, pero además habían (monto inserta acá una colecion de fauna).  Ante el espectaculo decidió fotografiar de cerca, como supuso los animales no se alteraron, es más comenzaron  rodearlo a hacerlo parte. Dejó caer su cámara por el acantilado y se desnudó, rodeado de plumas y graznidos.

De pronto su impetú sexual se volvió cosmico, magnanimo. Supo que el fenomeno en cuestión era la naturaleza masturbandose, sintió el el regocijo de la auto caricia planetaria.  Pero en una chispa de ego y de autoconciencia desidió participar de forma más activa y querer derechamente culiar con la naturaleza. Dejose llevar en esa intensión y pentrar el aire, mover la pelvis ritmicamente y pasearla por el barro, estirar los dedos y sentir que los patos le golpeaban cada vez mas energicamente.  Sintió la copula, sintió en su pene la caricia del planeta ,del  sistema solar, de los bosques, de las hormigas, de los bichos. (Agregar acá cosas grandes y pequeñas)( y mas detalles en lo sensorial sexual)

Sentía todo oficinista un goce inexplicable, por algunos segundos, la luz del planeta se volvio amarilla y algunas personas se besaban sin razon, sin conocerse, sin motivos, (agregar acá efectos de que la naturaleza se pegue un culion)

Sentía el mismo como era penetrado al mismo tiempo que pentraba. agarado de un pato que extacioado moria afixiado eyaculó sobre el acantilado. El orgasmo le hizo explotar y convertirse en una honda de orgón que atravesó el universo expandiendose.
sobre su semen derramado creció una flor que sobrevivia ennese y solo ese acantilado.

Nadie le extrañó




domingo, 8 de mayo de 2016

seminario

yo era chico poh weón, tenía 16, 15 años, estaba en un liceo contable. mi sueño de toda la vida era ser marino, no sé por qué, no sé qué me imaginaba pero quería ser marino, así que fui a postular a la armada. no quedé. yo te resolvía las matemáticas, el álgebra, algunas ecuaciones, era seco pa los porcentajes, pero en geometría me fue pésimo y no quedé. ahí fui a hablar con el Profe de matemáticas del liceo, le expliqué y él comprendió, me quiso ayudar. fui conociendo al euclides, al pitágoras, tirando rectas, compases, reglas, harto lápiz mina, harta hoja blanca. a fines de 1983 fui por segunda vez a dar el examen en la armada de chile. todo chupao poh weón, si había estado un año entero estudiando pa dar ese examen. los resultados los tiraban una semana después. los ponían en las estaciones de metro, unas listas largas donde había que encontrar el nombre de uno.

metro Neptuno. no tenía mucha esperanza así que miré la lista sin encontrarme y me empecé a ir, decepcionado, pero me encontré con el hermano de mi cuñada que también había dado el examen, nos devolvimos a mirar y él me encontró, aquí estai poh weón, me decía, y estaba justo al medio del listado, bien perdido entre todos los demás. él no quedó, yo sí. tenía que presentarme dos días después en el departamento de no sé qué cosa de la armada en calle Ecuador, estación central, a las 6.30am, nos iban a embarcar a la isla de quiriquina.

yo siempre he sido muy apegado a mi mamá, pero ella se ha aprovechado de mí. imagínate un cabro de 16 años que se va a embarcar, lleno de ilusiones, en la gloriosa armada de chile, estaba feliz, asustado pero feliz. me levanté a las 4am, me duché bien duchando, me afeité aunque casi no tenía nada que afeitar, armé mi bolso y a eso de las 5am fui a despedirme de mi mami. ahí te digo que se aprovecha de mí porque me dijo: me vai a dejar botá, me vai a dejar sola, te vai a ir y me vai a dejar sola. nos pusimos los dos a llorar. me saqué los zapatos para meterme en su cama, junto a ella. ese olor que hay en la cama de la madre lo atrae mucho a uno. nos abrazamos para dejar de llorar, y nos despertamos ya entrada la mañana. en mi mente decía que era un favor que le hacía a mi mamita, no sabía bien qué pensar.

uno o dos años después me tocó hacer el trámite del servicio militar. fuimos una tropa de cabros del liceo contable. estábamos pasando a quinto medio, año extra que hacíamos en la escuela para salir con el título de profesional (no técnico) de contador, eran unas tremendas colas. cada uno llevaba el papelito del liceo para sacarnos el servicio, pero en medio de la cola dijeron por altoparlantes que necesitaban voluntarios para el regimiento de coyhaique. yo me acerqué a un milico que había por ahí y le dije: mi cabo, ¿dónde queda coyhaique? al sur, me dijo. ¿y en qué se va pallá? en avión, en un hércules, me dijo. yo lo más lejos que había ido era a cartagena, en bus. entonces apareció un militar de más rango y nos gritó: vamos a hacerla cortita, voluntarios para coyhaique den una paso adelante. cerré bien apretados los ojos, y lo di.

a mi casa llegué diciendo que me había ido mal, que pese a los intentos no me había podido sacar el servicio. le mentí a mi mamita diciéndole que me iba a tener que ir a coyhaique como si me diera pena. pocos días después el viaje en el hércules, weón, a toda raja, fascinao. en coyhaique nos mandaron al regimiento y lo típico, nos pelaron, nos sacaron la chucha, nos tenían pa los mandaos, todos los pelaos de pérkines. me preguntaban de dónde era y cuando decía pudahuel más me pegaban, por comunista, como si en pudahuel fueran todos comunistas. nos habían estado pegando como 4 días cuando llega un teniente a decirme que yo era el pelao con más estudios de la sección, que no podía dejar que me estuvieran tratando de esa forma, que mejor postulara a una tropa nueva que se iba a armar, con poquita gente, en él área de logística, lo que incluía adquisiciones, enfermerías,  alimentación, una cachá de tonteras. ya poh, postulé y como tenía mis estudios en contabilidad, me dejaron en la enfermería, cosas sin mucho sentido que pasan en el mundo militar.

hicimos los cursos de primeros auxilios, de vendaje y entablillamiento, torniquetes, respiración boca a boca, reanimación, yesos, todas esas weás. fácil. y ahí me quedé parado en la puerta del regimiento, porque lo primero que hay en ese regimiento es la enfermería. llevaba como dos o tres meses en esa cuando aparece sin previo aviso el general. cómo que qué general. apareció el general y todos tuvimos que formarnos y presentarnos frente a él. el viejo saludada muy tranquilo. se fue con los capitanes pa dentro. para nosotros no era el presidente de la república si no un general más, el de mayor rango, nos teníamos que comportar de acuerdo al reglamento y punto, sin comentarios.

al tiempo llegó a la enfermería un capitán que me tomó mucho cariño, era de la sección de música. como era capitán, era el guaripola. me costó varias semanas convencerlo pero finalmente me empezó a enseñar a mover la guaripola, los movimientos básicos, por delante y por detrás, a los costados, los ángulos arriba y abajo, la marcha levantando las piernas. todo. a los meses tocó mi primer desfile como guaripola, una cosa interna sí, desfilando por el regimiento. venían de Santiago unos generales y se armaba un desfile para ellos. mi capitán me había mostrado algunos movimientos secretos con la guaripola, enseñanzas que eran para mí no más, no para mostrarlas, movimientos prohibidos para un soldado conscripto como yo. pero no me aguanté. al pasar frente a los generales me llené los pulmones y lancé la guaripola por los aires. salió perfecto, muy bien, aplausos, se acabó el desfile, cero problema. mientras me cambiaba de ropa llega otro pelao y me dice: lo esperan urgente en la comandancia. cuando llegué estaba mi capitán y los generales. uno de los generales me preguntó: ¿usted cree que el ejército es un circo? entonces mi capitán me tomó por la nuca y apoyó mi rostro contra una mesa. me sobó durante algunos segundos la parte de atrás del cuello para luego golpear con su palma tan fuerte que me dejó casi inconsciente: el "parche rojo". me costó como un minuto revivir, pero ya me estaban llevando a una celda, de uno por uno, sin luz ni comida. no me dijeron nada por tres días. al cuarto día se abrió la puerta y volví a mis funciones. nunca más tomé la guaripola.

pero a pesar de ese incidente me iba bien, los capitanes me querían, tenía buenos amigos, se empezaba a formar en mí un sentimiento de dulce amor por mi patria, por mi bandera. ahora que lo veo con la distancia, creo que me fui enamorando de chile, no sé muy bien de qué, de la bandera en particular, empecé a sentir un gran amor por la bandera.

seguía en coyhaique cuando fue el terremoto de marzo de 1985. no había teléfono para los conscriptos y no pude hablar con mi mamá hasta septiembre de ese año. estaba bien, a la casa no le había pasado nada. ninguna baja en la familia. ya a finales de año empezaron a haber protestas. a veces nos levantaban a las tres de la mañana porque unos pelagatos estaban levantando barricadas en coyhaique. poca gente, protestas de 100, 150 personas. ahí empecé a conocer a los perros. nosotros íbamos a la protesta porque la mayoría de los protestantes escapaban apenas llegábamos, pero estos perros llegaban con los fusiles cargados, con la bala pasada, apenas se veía la gente a lo lejos empezaban a disparar, decían que salían a cazar comunistas. los comunistas nos gritaban, decían que estábamos como weones, cagaos de frío mientras a nuestras mamás y a nuestras hermanas se las culiaban en santiago, y uno era pendejo, entonces esas frases dolían.

a fin de año mi capitán me dijo que se habían abierto las postulaciones para la escuela de suboficiales, en santiago. postulé con una carta de recomendación de él donde decía expresamente que no me pasaran nunca una guaripola. fui pa santiago con la esperanza de ver a mi mamita, pero estuve un año entero encerrado, nunca pude ir a ver a mi familia. me hicieron un curso de comando. en sólo un año saqué el título de soldado profesional y de comando del ejército de chile. cuando se acabó, estuve en la casa con mi mami seis días, después altiro de nuevo arriba del hércules camino a coyhaique.

ahora me mandaron pa la frontera. no me acuerdo cómo se llamaba el sector, pero éramos 4 giles al lado de acá, después una reja, y cuatro argentinos al otro lado. todo cubierto de nieve. nos sentábamos en unas sillas y mirábamos a los argentinos, que se sentaban en sus sillas, mirándonos. en las mañanas cantábamos el himno nacional tan fuerte que ellos pudieran escucharlo. ellos también lo cantaban a todo grito y hubo una época incluso en que cantábamos los himnos al mismo tiempo, todos gritando himnos nacionales en la frontera, una cosa medio surrealista.

un día estaba mirando al argentino que estaba al otro lado de la reja y de pronto le dije: eh argentino, tienes mate?, y el argentino me respondió: tenés tabaco? intercambiamos por sobre la reja en lo que el argentino llamó una operación de comercio internacional. de a poco empezamos a intercambiar casi todos los días, a conversar, a hacernos amigos. un buen día viene y me dice que los generales de nuestros ejércitos estaban en las ciudades capitales tomando whisky mientras que nadie sabe que nosotros estamos allá, ni siquiera nuestras mamás sabían que estábamos ahí. decía que podríamos por ejemplo mover la frontera cien metros para un lado u otro y nadie se enteraría, nunca se sabría. hubo un día en que éramos especialmente amigos, teníamos muy buen feeling, la estábamos pasando bien con la conversación, cuando el argentino me dice: esos generales del whisky podrían declarar una guerra, pero nosotros ¿qué vamos a hacer? yo le dije: si mi general declara la guerra voy a cargar mi fusil y voy a disparar, a ti es al primero que voy a matar. el argentino no lo podía creer, abrió tremendos ojos y no respondió nada. en adelante casi no conversamos más, pero seguimos haciendo comercio internacional.

fue un 11 de septiembre en el regimiento de coyhaique. se armó tremenda comida en el casino. cóctel, vestidos de gala. pusieron una pantalla y todos obligados a mirar por enésima vez las imágenes del bombardeo a la moneda. le decían el día de la libertad o algo así. vimos las imágenes varias veces porque habían pasado pocos meses desde el atentado al general. por ahí se acaba el vídeo y un capitán dice: ¿alguna pregunta? yo nunca quise hacer un comentario político. me puse de pie, me acomodé la chaqueta. primero dije que la moneda es la representación del estado de chile, que debemos defenderla con orgullo y valentía, especialmente defender la bandera, y en las imágenes se ve una bandera ardiendo en medio del bombardeo. ¿acaso no había comandos que pudieran haber entrado a sacar las banderas antes de bombardear el edificio? algo así como sacar a chile de la construcción para bombardear el edificio sin bombardear chile. me parecía inaceptable que las fuerzas armadas hubieran estado dispuestas a quemar banderas chilenas.

estaba como ciego mientras hablaba. no sé por qué lo dije, ese amor que le tenía a la bandera. me iba a sentar al finalizar mi alocución, pero sentí que me tomaban por los brazos. me sacaron arrastrando frente a la mirada de todo el regimiento vestido de gala. directamente a un calabozo, donde me dieron lumazos y me desnudaron. me amarraron los pies y me colgaron boca abajo. luego me descendieron en un barril con agua, lleno de mierda, orines, comidas podridas de días anteriores. normalmente te dejan un minuto, pero como yo había hecho el curso de comando, me dejaron dos minutos.

me levantaron de nuevo casi inconsciente y me dejaron caer al suelo, caí desde unos dos metros de altura directamente con la nariz al suelo, quedé inconsciente no sé cuánto rato. después empezó el desfile. venían llegando cada vez más borrachos, pasaban del casino, me pateaban un rato y se iban. se ensañaban especialmente porque yo tenía el curso de comando, me decían que en pudahuel todos son comunistas, que me iban a matar. hacía mucho frío, y me tenían desnudo. en eso llegó un amigo, otro cabo que era como mi partner. el capitán le preguntó si era amigo mío y él afirmó que sí, entonces le pusieron una pistola en la cabeza y le preguntaron si iba a obedecer las órdenes. también dijo que sí. trajeron una maquinita con unos cables y mi propio amigo me amarró a un catre, me conecto los cables en los testículos, en la uretra y en el ano y me fueron aplicando electricidad. estuvieron en eso una hora, u hora y media, mientras entraban otros a escupirme en la cara, o a darme en los genitales con lumas. con una de esas lumas trataron de meterme el cable dentro del recto pero se electrocutaron a sí mismos y desistieron. siguieron con los golpes hasta que caí desmayado.

desperté a la mañana siguiente, desnudo en el suelo de tierra de la celda, el cuerpo me dolía por todas partes, tenía la nariz fracturada o quebrada y apenas podía moverme. me vistieron de civil y me subieron a un jeep, que me llevó de nuevo a un avión hércules. en santiago me dejaron en la gran avenida, cerca de la fuerza aérea, comuna de el bosque, creo, no sé en qué sector muy bien, estaba desorientado y apenas me podía mover. ni un peso en los bolsillos, el puro el carnet de identidad. solo en la calle a las 10 de la noche. los recuerdos son confusos, caminé, no sé cuántas horas, hacia el norte. en algún momento alguien me subió a un auto y me dejó en la alameda. creo que me quedé dormido en una plaza por pajaritos, pero seguí caminando, y al amanecer, o más tarde, llegué a la casa de mi mamá.

estuve como un año recomponiéndome de las heridas, especialmente de la fractura en la nariz, apenas podía comer, estornudar o toser me provocaban tremendo dolor. en la posta no me atendían porque no tenía ningún sistema de salud. estuve como 6 meses en cama, mi mamita me cuidaba. me decía que nunca debí haberla dejado sola. yo sentía que tenía razón, llorábamos mucho. finalmente un día me levanté y decidí cambiar mi futuro. me fui caminando a duras penas pa la plaza de armas, en el centro: entré en la catedral y pregunté dónde inscribirme en el seminario.

pd. unos años después, en pleno estación central, yo con sotana, me encontré con ese gran amigo que tuvo ocasión de electrificar mis testículos y uretra. me dijo que había hecho eso por nuestra amistad. yo lo miré con rencor, así que me explicó que, según su lógica, si no obedecía lo habrían torturado a él también, o incluso asesinado, y si él no hubiera estado en el resto de mi tortura, me podrían haber matado. o sea: decidió torturarme él para que no me torturaran hasta la muerte. ese tipo de amistades, dijo, son las de verdad. y como buen religioso, lo supe perdonar.

domingo, 1 de mayo de 2016

El abuelo que saltó por la ventana y se largzzzzzzz


Los suecos se creen el hoyo del queque, conchetumare. se hacen los santitos recibiendo exiliados de todo el mundo pero no se hacen siquiera algún drama vendiendo armas de fuego, tanques y misiles a cuanta guerra azote a la humanidad. por si fuera poco, este cerdo de jonas jonasson (que es como llamarse Martín Martínez, o sea, sus papás son unos hijos de puta) viene y hace famosa una novelita donde el protagonista dice haber sido indispensable para desarrollar la bomba atómica en la base de Los Álamos el 43, en un submarino soviético en el mar báltico el 48 y en Indonesia en 2005. como si la creación de la bomba atómica fuera una anécdota más de la historia del siglo 20. no contento con esa brutalidad, habla de roosevelt, de harry truman y de nixon como personas razonables, agradables y hasta simpáticas, y de stalin, kim il sung, kim jong il y mao tse tung como una tropa de imbéciles incapaces de controlar su ira y su estupidez. en internet dicen que la novela policial sueca es prácticamente un nuevo género, y está bien, los suecos pueden hacer lo que quieran con su sociedad, entretenerse con las idioteces que gusten, así, no tengo ninguna queja contra las novelas de la trilogía millenium de stieg larsson, que parecen adentrar en los horrores profundos de la sociedad escandinava, cuyo relato, aunque excesivamente largo, es entretenido y fácil de leer, una lectura entretenida. jonasson hace lo mismo que larsson, escribe una irreprochable y entretenida novela policial en la Suecia actual, tiene algo de humor y se lee rápido. pero aburre con la historia de la vida de este abuelo, es inverosímil que un sueco sin preparación haya conocido personalmente a la mayoría de los líderes mundiales del siglo pasado y haya influido "sin proponérselo" en el fin de la Segunda Guerra Mundial, en la victoria del comunismo en China, en la caída de la unión soviética. en todo caso, que sea inverosímil me da lo mismo, lo que da para odiarlo es que desde la comodidad de su casita en Suiza al borde de un lago venga a darle lecciones acerca de cómo valorar el mundo. que deje de poner la guerra en primer lugar y empecemos a conversar. mientras el asesinato de millones de personas sea una anécdota graciosa en la vida de sus protagonistas (el personaje durante 12 años fue informante de la CIA en el programa nuclear soviético), desde la racionalidad le diremos: métete tu novela por el culo, sueco culiao.