domingo, 31 de agosto de 2014

Historia con María, Rosa, Canela y la deepweb, Primera Parte

Más o menos a finales de 2014, varios grupos de Facebook, como “La Gratiferia”, “Yo Tengo…! Alguien tiene…?” y “Te lo Cambio” convocaron a una reunión metropolitana de adversarios del dinero y del trabajo, para levantar una coordinación en torno al trueque. La reunión se hizo la mañana de un caluroso domingo de noviembre en la junta de vecinos Villa O’Higgins, comuna de Estación Central (mismo espacio en el que se venía realizando la Feria del Libro Anarquista), y contó con la presencia de más de 70 representantes de distintas organizaciones.

Mi amiga Rosa y yo participamos de esas asambleas con la idea de convencer a los cabros de que pasáramos de la ciudadanía simpaticona a la organización de economía paralela, que hiciéramos un verdadero esfuerzo por echar abajo el modelo económico capitalista, por autosustentar nuestras economías personales o familiares, aunque sea a pequeña escala, empezar por algo, hacer el esfuerzo.

Nosotros obviamente teníamos intereses puestos en la orgánica de esa coordinación. Estuvimos tratando de convencer a la asamblea de que se eliminara una norma que se usaba mucho en internet, que prohibía expresamente el trueque de productos “ilegales”. Nuestra propuesta era cambiar esa palabra por “ilegítimos”, y así prohibir armas, drogas de alto impacto y pornografía infantil, pero permitir transacciones de productos como: medicamentos con receta médica, drogas de paz, reventa de entradas, incluso productos ilegales importados (como frutas exóticas) o materiales de resistencia.

Había un grupo de truequeros de La Florida que apoyaba nuestra idea, pero mucho más se apoyaba la idea de eso sería dar un paso hacia la delincuencia. Los cabros con más cara de dirigentes eran ciudadanos con escaso nivel de fuego, y los cabros con cara de nivel de fuego eran pocos y estaban disgregados. Finalmente algunos piños de la asamblea armaron un nuevo grupo de Facebook, con un nombre realmente ingenioso, pero que no tenía buenas expectativas para diferenciarse de tantos otros grupos, sería uno más.

Con la Rosa fuimos a buscarle conversa a los truequeros floridanos y encontramos a la María, amiga de una amiga, que estaba indignada comentado que los cabros de la “Gratiferia” tienen pura cara de nueva mayoría y de concertación, de fundación, de ong, que se pasa sus grupitos de Facebook por la ésta, y que nos organizáramos mejor por la deepweb. 

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