Llego atrasada a la prueba pero el profe también llego
atrasado y varios más ya que llueve a cantaros en una ciudad que por lo general
no llueve mucho, así que estamos todos muy incomodos, mojados y preocupados por
esta prueba escrita, que como la lluvia, no es muy común.
Saco mis textos de la mochila, me doy cuenta que están
completamente mojados y dejo una pequeña
posa al lado de mi asiento, le doy pena al profe y me dice que a el también se
le mojaron las cosas, como la noche anterior estaba leyendo para la prueba, me
quede con las ganas de leer todos mis
otros libros que son mucho más interesantes que la wea que me mandaron a leer asi
que me traje un par que ahora estilan y dejo una posa un poco más grande al
lado de mi asiento. Fue bastante triste lo de los textos porque uno de ellos me
lo imprimió el David y le salió 4 lucas, 4 lucas mojadas que ni siquiera el
destacador aguanto el agua y ya no se que destaque.
Escribo.
Salgo de la sala y me meto a la otra sala donde tenemos
el taller, todos nos sentamos en ese
sillón que encontraron botado en ese hermoso cerro de basura de al menos 4
metros que hay en la u. Nos sentamos ahí, muchos, bien pegaditos porque hace
mucho frio, la Camila nos cuenta que fue a la universidad portales y que estaba
impactada de lo universidad que es, hay confort en el baño y otro papel para
secarte las manos. Acá no tenemos calefacción en ninguna de las salas y la wea
de arancel es el mismo, así que a mí se me ocurre que hay que hacer un brasero.
10 minutos más tarde el Kenji llega con la tapa de un calefont y un cañon más o
menos grande, salto de felicidad
mientras mis compañeras se van a sus tibios hogares a ver la nieve caer, allá,
cerca del cerro, mientras yo y la Giovana vamos a buscar carbón a su casa que
queda justo detrás de la u, acá, en el centro de Santiago.
Empiezo metiendo el
carbón y un poco de diario que me regalo el Rata más un poco de hojas del
trabajo del Amaro, q es un cerro de ramas que ha ido trayendo desde que
iniciamos el año, también la Giovana mete un palo de madera que según ella es
de la Camila pero estoy segura que era del Nataniel, que está haciendo una estructura de madera justo al
lado de mi brasero, a ratos pensaba, estoy haciendo fuego dentro de una sala
entre los palos del Nataniel, los ácidos para quemar metales del Diego y el
cerro de ramas del Amaro, pero las ganas de tener calorcito mientras trabajo
anula mis precauciones.
Comienza el fuego y mi pequeño e improvisado brasero se
convierte en un fogón y el humo inunda la sala, ya no se ve nada y nos cuesta
un poco ver y respirar así que abortamos misión y empiezo a apagarlo con agua,
cosa que genera más humo. Mientras lo apagamos, pensamos, mierda en cualquier
momento va a llegar el Matus a paquearnos, pero a pesar de que hicimos este
show por aproximadamente 1 hora no pasó nada, ni siquiera alguien se percató
que en la u había olor a quemado, ni de que una humarada salía sospechosamente
desde las ventadas del taller de borde.
Me dispongo a seguir trabajando en mis cosas, cuando se
asoma el Paladin, un weon que la semana pasada encontré en el taller
paquetiando pitos y yo, entre volá y asustada empece a meterle conversa y a
tratar de sacarlo de ahí, (no me regalo pitos pero si condones, fue una
situación rara que nunca entendí bien) El asunto es que el Paladin aparece y me
empieza a echar las parás con que soy una hocicona y ando puro hociconiando y
que pá y yo le digo que wea si está es mi sala y yo hago lo que quiero y da las
gracias que trato de diler y no de ladrón, porque ya nos entraron a robar (nos
reventaron el candado y a mi me sacaron un dremel entre otras cosas) ,entre
risa y risa el paladin se va y yo muy enojada sigo trabajando, así que voy a buscar herramientas a la otra sala,
pero nadie tiene, en cambio, me regalan un vaso de vino y las siguientes horas me
la paso trabajando tomando vinito, evidentemente se me termina y le digo al
rata que tengo 500 pesos, al rato estamos
todos en mi sala, ya sin humo, tomando vino y ayudando a la nicol para su
entrega de mañana, hablamos de matrices, matrices conceptuales y matrices
físicas, las copias, el grabado, y las operaciones de producción,
conversaciones que cualquier estudiante de arte emite en su corta estadía por
una carrera como esta pero la prueba de hoy, Theodor Adorno nos incita a quemar lo todo, a quemar
la industria cultural que aborrece, a
quemar los estadios brasileños receptores del mundial 2014, pero yo, yo solo quería
hacer un brasero.
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