domingo, 31 de agosto de 2014

Historia con la fotografía, Primera Parte

Usa tu imaginación, de verdad, quién soy John. Olivia Newton Jones. Buenas noches señor conductor, su cara está repartida en miles o quizás decenas de miles de pantallas a todo lo ancho y largo de esta nacioncita, esta republiqueta cuyos habitantes escuchan todas las noches sus cuentos y maneras y estupideces, pero hoy voy a ser yo quien te cuente una historia, te voy a reventar en la cara una historia, un cuentito, una cosmología completa de inventos absurdos y mentirotas horrendas, escucha atento porque estas conexiones son difíciles y espero que sea la última.

Ahora que eres adicto a mi voz y a mi ejemplo te cuento: alguna fecha exacta de esta metrópoli, un militante por barrio, digamos que un militante por cada 400 ó 500mil habitantes, a eso de la puesta de sol, una casa cualquiera, con la puerta en la calle o con antejardín; desde dentro de la propiedad una familia escucha un atronador toc toc en la entrada principal.

“Qué pasa? Qué pasa?” gritan desde afuera.

Uno o dos integrantes del núcleo familiar se asoman por la ventana.

“Qué pasa? Por qué me sacaron una foto? Qué les pasa? Qué están haciendo?” grita enfurecido un personaje de lo más normal hacia los habitantes de la casa.

Esa familia no recuerda haber sacado ninguna foto, tratan de dialogar pero les responde un griterío.

“Borren la foto, no me voy de aquí hasta que borren la foto, qué les pasa !”.

Un minuto de alharaca hasta que la cosa se pone violenta. El personaje que venía desde la calle trata de meterse a la casa, forcejea con el jefe de hogar y con uno o dos de sus hijos o primos o cuñados, familiares en general. A esas alturas es una pelea. En el 65% de los casos, la familia ganó, sacó al militante a la calle y tuvieron que soportar otros 10 ó 15 minutos de insultos. El 25% de los casos terminó con el militante dando vueltas por la casa, registrado cajones y destruyendo cámaras fotográficas, mientras algún habitante llamaba a la policía. Esas terminan con el militante huyendo a tiempo antes de que se presente la ley, algunos en bicicleta, otros se iban corriendo. En uno de los casos el militante terminó inconsciente después de un puño perfectamente conectado en la mandíbula. Dos militantes terminaron detenidos y fueron procesados por robo en lugar habitado: se trataron de llevar las tarjetas de memoria o las cámaras de las casas.

La situación puntual más icónica aconteció al poniente de la ciudad, donde el clima es más templado y el militante usaba alpargatas. Tras irrumpir en el hogar, se enfrascó en una conversación absurda y repetitiva con un anciano. El viejo le contestaba todas las preguntas y respondía con una nueva pregunta, la que era contestada por el militante siempre junto a más y más preguntas y respuestas.

“quién estaba en esa ventana?”dice el militante

“en esa ventana no había nadie, dices que te sacaron una foto?” –dice el anciano

“me tomaron una foto desde dentro de la casa, cómo pudo usted no darse cuenta?” -militante

“no noté nada raro, pero, ¿quién te tomó la foto?” -anciano

“alguien desde atrás de esa ventana, no fue usted?” -m

“no fui yo, pero, ¿una foto?, ¿estás seguro?” -a

y siguen conversando así por un minuto o dos, hasta que llega la anciana que estaba en el baño, y es tan pausada que el militante no puede simplemente gritarle en la cara, asì que espera un minuto entero a que se siente en el sillón para proseguir el interrogatorio.

“¿entonces fue usted quien me tomó la fotografía?” -dice el militante a la anciana

“¿qué fotografía?” –dice la anciana

“este niño dice que le sacamos una foto por la ventana” –dice el anciano

“¿una foto?, y ¿dónde está la cámara?- dice la anciana

“¡seguramente escondida, tapada, disimulada, debajo de una mesa, o detrás de una cama!”

con lo que empieza el militante a revisar cada rincón, abriendo cajones y closets, primero, en las cercanías de los ancianos, lo suficientemente cerca como para que pudieran haber tomado la fotografía y escondido la cámara, sin resultados, empieza entonces a inventar personajes (hijos, nietos o sobrinos de la pareja de ancianos) que se esconden en otros lugares de la casa, y busca a esos personajes dando portazos y abriendo las cortinas, siempre pidiendo explicaciones por la foto.

cuando vuelve al living se encuentra con la anciana metiendo las manos a un cajón, tratando de sacar algo que habría al fondo. alucinado, incoherente, escapándosele la inteligencia, con el cuerpo lleno de adrenalina y el corazón latiendo a unas 150 pulsaciones por minuto, el militante decide defenderse de la supuesta arma de fuego que iba a sacar la anciana y toma como “rehén” al viejo.

Doblándole un brazo, sosteniéndolo por detrás, amenazando con las manos su cuello, increpa a la anciana, la que se da vuelta con la cámara fotográfica en la mano. El militante no sabe si seguir sosteniendo al viejo, la anciana muestra la cámara y empieza un a emitir un ligero sollozo, imitado rápidamente también por su señor esposo. Finalmente el viejo se deja deslizar de los brazoz del militante y cae sentado en un sillón, encorvado, definitivamente llorando, moralmente destruido. La anciana lo acompaña en el sillón, le acaricia la espalda, llora con él. Con la otra mano sostiene la cámara, se la muestra al militante, trata de entregársela.

A esas alturas, el militante no quiere seguir con el juego, ya no le importa si alguien le sacó una foto o no, el llanto de los ancianos lo afecta profundamente y casi quisiera llorar con ellos. Acepta la cámara sólo pensando en liberar la mano de la anciana. Observa cómo los dos viejos se abrazan mutuamente y, casi por instinto, enciende la cámara y aprieta el botón play, para revisar las fotos.

Cuál fue su sorpresa al verse a sí mismo en la última imagen, caminando por la calle, justo afuera de la casa de los ancianos, que lloran y se abrazan.

“¡¿Qué significa esto?!, ¡¿Por qué hay una foto mía aquí?!”.

Sólo la anciana levanta la vista. El viejo no puede parar de llorar.

Historia con María, Rosa, Canela y la deepweb, Primera Parte

Más o menos a finales de 2014, varios grupos de Facebook, como “La Gratiferia”, “Yo Tengo…! Alguien tiene…?” y “Te lo Cambio” convocaron a una reunión metropolitana de adversarios del dinero y del trabajo, para levantar una coordinación en torno al trueque. La reunión se hizo la mañana de un caluroso domingo de noviembre en la junta de vecinos Villa O’Higgins, comuna de Estación Central (mismo espacio en el que se venía realizando la Feria del Libro Anarquista), y contó con la presencia de más de 70 representantes de distintas organizaciones.

Mi amiga Rosa y yo participamos de esas asambleas con la idea de convencer a los cabros de que pasáramos de la ciudadanía simpaticona a la organización de economía paralela, que hiciéramos un verdadero esfuerzo por echar abajo el modelo económico capitalista, por autosustentar nuestras economías personales o familiares, aunque sea a pequeña escala, empezar por algo, hacer el esfuerzo.

Nosotros obviamente teníamos intereses puestos en la orgánica de esa coordinación. Estuvimos tratando de convencer a la asamblea de que se eliminara una norma que se usaba mucho en internet, que prohibía expresamente el trueque de productos “ilegales”. Nuestra propuesta era cambiar esa palabra por “ilegítimos”, y así prohibir armas, drogas de alto impacto y pornografía infantil, pero permitir transacciones de productos como: medicamentos con receta médica, drogas de paz, reventa de entradas, incluso productos ilegales importados (como frutas exóticas) o materiales de resistencia.

Había un grupo de truequeros de La Florida que apoyaba nuestra idea, pero mucho más se apoyaba la idea de eso sería dar un paso hacia la delincuencia. Los cabros con más cara de dirigentes eran ciudadanos con escaso nivel de fuego, y los cabros con cara de nivel de fuego eran pocos y estaban disgregados. Finalmente algunos piños de la asamblea armaron un nuevo grupo de Facebook, con un nombre realmente ingenioso, pero que no tenía buenas expectativas para diferenciarse de tantos otros grupos, sería uno más.

Con la Rosa fuimos a buscarle conversa a los truequeros floridanos y encontramos a la María, amiga de una amiga, que estaba indignada comentado que los cabros de la “Gratiferia” tienen pura cara de nueva mayoría y de concertación, de fundación, de ong, que se pasa sus grupitos de Facebook por la ésta, y que nos organizáramos mejor por la deepweb. 

Historia con José y el autoabastecimiento, Primera parte

Antes de entra­­­­­­r de lleno en la historia que hasta el día de hoy me une con José, quisiera comentar algunos detalles de lo que estaba sido mi vida hasta entonces. Tenía 27 años y había estudiado una carrera de mierda. El sueldo apenas alcanzaba para un arriendo un Ñuñoa, compartiendo el depto. con distintos amigos a lo largo de los años. En esa época lo compartía con un amigo gay, que era  también era cantante y sacaba vídeos por youtube. Vivíamos en el primer piso de un perfecto edificio de sólo 4 pisos.

Cuando no estaba en el encierro del trabajo, la vida no parecía ser tan mala. Reuniones periódicas con varios grupos de amigos, viajes a Talca a visitar a mi familia, alguna que otra droga al mes, jugar con la gata, reírse, pasarlo bien. Alguna vez, hace años, había intentado sembrar marihuana pero la planta no sobrevivió, no supe por qué. Ese año, cuando empezó a hacer un poco de calor, con mi amigo plantamos unas cuantas semillas.

Varias veces germinaron y murieron recién germinadas, excepto una que parecía estar afirmándose. Pasaron una o dos semanas en que no nos resultaba el asunto, aunque parecía no importarnos demasiado. Uno de esos días llegó mi amigo con un panfleto que había encontrado en la puerta del edificio. Decía:

TALLER DE HUERTO PARA ÑUÑOÍNOS DE DEPARTAMENTO
ESTIMADOS. LA SEGURIDAD ALIMENTARIA ES ASUNTO DE IMPORTANCIA VITAL EN DECENAS DE SOCIEDADES ALREDEDOR DEL GLOBO. LAS SOCIEDADES MÁS NEOLIBERALES HAN HECHO CREER QUE LA INDUSTRIA ALIMENTICIA PODRÁ SUPLIR “PARA SIEMPRE” LAS NECESIDADES DE “TODOS LOS HABITANTES” DE ESTE PAÍS, PERO SUS MENTIRAS HAN QUEDADO AL DESCUBIERTO. PRODUCTOS LLENOS DE COLORANTES, CONSERVANTES, PESTICIDAS, FERTILIZANTES ARTIFICIALES, ULTRA PROCESADOS Y ESPECIALMENTE DISEÑADOS PARA CONTAMINAR NUESTRO CUERPO, PARA GENERAR ADICTOS, PARA AUMENTAR SIN CRITERIO NI NORMA LOS PRECIOS. ESO ES LO ÚNICO QUE NOS HA ENTREGADO LA INDUSTRIA CAPITALISTA DEL ALIMENTO. PRECIOS IMPAGABLES Y PRODUCTOS CHATARRA. 
HA LLEGADO EL MOMENTO DE ACTUAR Y DE AUTOABASTECERCE, LA HORA DEL AUTOSUSTENTO, LA DÉCADA EN QUE MILLONES  DE NOSOTROS DIREMOS NO A LA MACROINDUSTRIA. EL AUTOABASTECIMIENTO DE ALIMENTOS Y LA AUTOSUSTENTACIÓN FINANCIERA SERÁN CLAVES EN LA DESTRUCCIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN CAPITALISTA Y LA INSTALACIÓN DE UNA SOCIEDAD SOLIDARIA Y SOCIALISTA. 
COMO ORGANIZACIÓN HEMOS DECIDIDO APOYAR EL PROCESO DE MASAS DE EDUCACIÓN EN AUTOABASTECIMIENTO, OFRECIENDO ESTE TALLER EN EL QUE PODRÁS APRENDER A CULTIVAR VARIAS HORTALIZAS, TAMBIÉN FLORES, EN UN PROCESO AMPLIO DE CONOCIMIENTO PERSONAL, DE COMUNIDAD, DURANTE TODA UNA TEMPORADA DE SIEMBRA. 
EL TALLER COMENZARÁ EL PRÓXIMO DOMINGO 21 DE SEPTIEMBRE Y SE REALIZARÁ UNA CLASE AL MES, ENTRE SEPTIEMBRE Y ABRIL. CON 9 CLASES EN TOTAL. CADA CLASE DURARÁ ENTRE 6 Y 9 HORAS, Y SE REALIZARÁN EN LAS CASAS DE LOS INSCRITOS. 
EL OBJETIVO DEL CURSO ES INSTALAR UN HUERTO EN LA CASA DE CADA UNO DE LOS PARTICIPANTES, Y COSECHAR DE CADA HUERTO. SE TRATA DE UN SEGUIMIENTO COMPLETO A TODOS LOS PROCESOS POR LOS QUE PUEDE PASAR UN PRINCIPIANTE. UNA ASESORÍA A LARGO PLAZO. 
ESTE TALLER LO DIRIGIRÁ FÉNIX DOMÍNGUEZ, RECONOCIDO DIRIGENTE DE HUERTOS VECINALES DEL SECTOR NORTE DE LA COMUNA DE MACUL. TAMBIÉN CONTAREMOS CON LA PRESENCIA DE OSVALDO CALANDRE, JARDINERO NUÑOÍNO QUE POR MÁS DE 30 AÑOS A CIUDADO JARDINES, VIVEROS Y HUERTOS EN LAS COMUNAS DE ÑUÑOA Y LA REINA. 
INSCRIPCIONES AL MAIL XXX@XXX.XXX

lunes, 25 de agosto de 2014

Brasero en la ARCIS


Llego atrasada a la prueba pero el profe también llego atrasado y varios más ya que llueve a cantaros en una ciudad que por lo general no llueve mucho, así que estamos todos muy incomodos, mojados y preocupados por esta prueba escrita, que como la lluvia, no es muy común.
Saco mis textos de la mochila, me doy cuenta que están completamente mojados  y dejo una pequeña posa al lado de mi asiento, le doy pena al profe y me dice que a el también se le mojaron las cosas, como la noche anterior estaba leyendo para la prueba, me quede con  las ganas de leer todos mis otros libros que son mucho más interesantes que la wea que me mandaron a leer asi que me traje un par que ahora estilan y dejo una posa un poco más grande al lado de mi asiento. Fue bastante triste lo de los textos porque uno de ellos me lo imprimió el David y le salió 4 lucas, 4 lucas mojadas que ni siquiera el destacador aguanto el agua y ya no se que destaque.

Escribo.

Salgo de la sala y me meto a la otra sala donde tenemos el  taller, todos nos sentamos en ese sillón que encontraron botado en ese hermoso cerro de basura de al menos 4 metros que hay en la u. Nos sentamos ahí, muchos, bien pegaditos porque hace mucho frio, la Camila nos cuenta que fue a la universidad portales y que estaba impactada de lo universidad que es, hay confort en el baño y otro papel para secarte las manos. Acá no tenemos calefacción en ninguna de las salas y la wea de arancel es el mismo, así que a mí se me ocurre que hay que hacer un brasero. 10 minutos más tarde el Kenji llega con la tapa de un calefont y un cañon más o menos grande,  salto de felicidad mientras mis compañeras se van a sus tibios hogares a ver la nieve caer, allá, cerca del cerro, mientras yo y la Giovana vamos a buscar carbón a su casa que queda justo detrás de la u, acá, en el centro de Santiago.

 Empiezo metiendo el carbón y un poco de diario que me regalo el Rata más un poco de hojas del trabajo del Amaro, q es un cerro de ramas que ha ido trayendo desde que iniciamos el año, también la Giovana mete un palo de madera que según ella es de la Camila pero estoy segura que era del Nataniel, que está  haciendo una estructura de madera justo al lado de mi brasero, a ratos pensaba, estoy haciendo fuego dentro de una sala entre los palos del Nataniel, los ácidos para quemar metales del Diego y el cerro de ramas del Amaro, pero las ganas de tener calorcito mientras trabajo anula mis precauciones.
Comienza el fuego y mi pequeño e improvisado brasero se convierte en un fogón y el humo inunda la sala, ya no se ve nada y nos cuesta un poco ver y respirar así que abortamos misión y empiezo a apagarlo con agua, cosa que genera más humo. Mientras lo apagamos, pensamos, mierda en cualquier momento va a llegar el Matus a paquearnos, pero a pesar de que hicimos este show por aproximadamente 1 hora no pasó nada, ni siquiera alguien se percató que en la u había olor a quemado, ni de que una humarada salía sospechosamente desde las ventadas del taller de borde.


Me dispongo a seguir trabajando en mis cosas, cuando se asoma el Paladin, un weon que la semana pasada encontré en el taller paquetiando pitos y yo, entre volá y asustada empece a meterle conversa y a tratar de sacarlo de ahí, (no me regalo pitos pero si condones, fue una situación rara que nunca entendí bien) El asunto es que el Paladin aparece y me empieza a echar las parás con que soy una hocicona y ando puro hociconiando y que pá y yo le digo que wea si está es mi sala y yo hago lo que quiero y da las gracias que trato de diler y no de ladrón, porque ya nos entraron a robar (nos reventaron el candado y a mi me sacaron un dremel entre otras cosas) ,entre risa y risa el paladin se va y yo muy enojada sigo trabajando,  así que voy a buscar herramientas a la otra sala, pero nadie tiene, en cambio, me regalan un vaso de vino y las siguientes horas me la paso trabajando tomando vinito, evidentemente se me termina y le digo al rata que tengo 500 pesos,  al rato estamos todos en mi sala, ya sin humo, tomando vino y ayudando a la nicol para su entrega de mañana, hablamos de matrices, matrices conceptuales y matrices físicas, las copias, el grabado, y las operaciones de producción, conversaciones que cualquier estudiante de arte emite en su corta estadía por una carrera como esta pero la prueba de hoy, Theodor  Adorno nos incita a quemar lo todo, a quemar la industria cultural que aborrece,  a quemar los estadios brasileños receptores del mundial 2014, pero yo, yo solo quería hacer un brasero.

Loxosceles laeta

Los cabros entraron en la sala del director con la esperanza de encontrar algo para inculparlo, de acusarlo, de descubrirlo, de castigarlo.

Pero, ¿qué podría ser lo suficientemente grave, contra el intachable director del Liceo Mirista Islámico de Providencia?

Revisaron los cajones mientras prendían un paraguas con una antorcha. Buscaron en los papeles, por si encontraran algo. Después de media hora de emparaguada búsqueda infructuosa (estimación incalculable realmente para quien lucidamente mida el tiempo sin aparatos auxiliares) el Pifia grita: -¡Este conchesumadre escribe en clave!

Entonces se ponen a leer los textos (en árabe y en español) con distintos lenguajes rompe-códigos (materia básica en el LiMI). Para inspirarse los cabros armarían un segundo paraguas, esta vez lo patearon con una araña que encontraron sacando libros de la estantería de arriba de los versos para Miguel Enríquez.

¡Ojalá sea de rincón! -gritó el Molécula.
¡Pa que quedemos terrible locos, terrible locos! acota con sabiduría el Guaguín.

Aprovechando la araña utilizaron el sistema octofilmético de desencriptación logrando descifrar el siguiente mensaje:

 "Sin Razón, ni nombre
     Incólume dentro del Peyote
         Bailan calacas que gritan a fuego por la noche espantada
              maquinas de cocer tatuando signos sacros"


¡Lo pillamos! -grita pletórico el Pifia. Entonces el Caca apaga la antorcha y ladrando escribe el mensaje sobre la bandera tradicional Libia que corona la Oficina.

Nadie entendió cómo un par de años después el Guaguín, el Pifia,  el Molécula, el Piola y el Caca se graduaron con la mención honrosa Pueblo-Fusil y recibieron de la mismísima mano del director la Fértil Media Luna de plata.

martes, 19 de agosto de 2014

seis conjuntos vacíos

¿qué le puede decir un hombre antipatriarcal a una mujer machista?


¿en qué idioma el académico winka le habla de biopolítica al preso mapuche en huelga de hambre?


"¿cuánto es demasiado?" le pregunta su madre al narcotraficante


"cuando pagues la primera cuota del crédito universitario, ahí hablamos" me dijo un joven periodista, orgullosamente endeudado con la banca, en las afueras de un conocido bar del centro de santiago


¿hay algo más terrible que criar a un niño en un departamento de 24 metros cuadrados?



¿de qué color es el silencio? le pregunta raúl ruiz a tarkovski en el séptimo círculo del cielo


martes, 5 de agosto de 2014

publicación en el muro de clar anima les

guatona esta historia reza así:

estaba este sábado en la comuna de algarrobo observando aves en una pingüinera -donde no vi ningún pingüino pero había pilpilenes y guanayes- cuando de pronto cacho que estaba a punto de anochecer y decido que no puedo ser tan mal agradecido y que mi deber era asistir a tu fiesta de cumpleaños. así que caminé hasta el centro de algarrobo y tomé una micro a la comuna de el quisco, sector de punta de tralca, donde le informé a mi mamá que me iba a ir a santiago porque tenía tonto carrete en ñuñoa. así que tomamos once y salí a la carretera a las 19:40, aprox. la micro se demoró como 30 mins en pasar y finalmente tomé el translitoral hacia el puerto de san antonio, al que llegué a eso de las 21. unos pacos me indicaron de forma errónea la ubicación del terminal de buses y estuve vagando sin rumbo aparente por la ciudad-puerto durante como media hora. finalmente a las 21:40 aprox llegué al terminal de buses, donde me informaron que el último bus salía a las 21:20, y que no había ninguna posibilidad de viajar. filo entonces, me devuelvo a punta de tralca, me dije. estuve un rato parado donde salen los colectivos, pero no pasó ninguno. eran pasadas las 22. fui entonces a donde paran las micros y vi una, pero estaba con la puerta cerrada y el chófer me informó que ya no salían micros al litoral de los poetas. entonces me acerqué a unos pacos, que me dijeron que siguiera esperando ahí mismo por donde no pasaba nada. a eso de las 22:30 le pregunté a la locataria de una taberna si estaba en el lugar correcto para ir a el quisco, y me dijo que no, que a esa hora es imposible, que podría pedirle a algún colectivero que me llevara a la carretera y tratara de hacer parar algún bus que viniera desde santiago. a esas alturas ya estaba cotizando con la vista las residenciales del sector, pero me acordaba de ese cabro que unos colectiveros-delincuentes lanzaron por un barranco y otros asesinatos que he atestiguado vía noticiarios de televisión en san antonio. grupos de alcohólicos sin casa se estaban empezando a reunir en el sector cuando la locataria tabernera me indica un colectivo detenido como a una cuadra, "ese, ese, ese tal vez vaya para allá". otra persona escuchó a esta mujer y salimos en carrera hacia el colectivo. cuando nos faltaba media cuadra para llegar (de verdad: iba corriendo) el colectivo enciende motor y avanza, corrimos más y, vía chiflidos, el otro corredor logró que el colectivero se detuviera. cuando nos subimos nos dijo que iba camino a algarrobo a mover gente hacia las discotecas del sector, que iba a hacer ese recorrido y no este, o sea, diciendo que lo encontramos de pura casualidad, que estaba parado ahí esperando a un amigo, quien momentos después se subió y contó que trabajando una micro entre cartagena y las cruces había recaudado 87 lucas en 8 horas, de las cuales 17 le correspondían a él, muy poca plata, pero le había salido una pega en casablanca y se iba a ir para allá.

eso poh cami, que conste que traté de ir a tu cumpleaños.

Historia con Canela. Entrega A

Íbamos a estar el fin de semana largo en la playa y con la Canela íbamos a aprovechar de quedarnos una semana entera más.

Yo hubiera querido avisarle a toda mi clientela que me iba a ausentar por una semana entera, si al final los cabros la mayoría son mis amigos, y creo ser lo suficientemente respetuoso con ellos durante todos los demás procesos anuales de compraventa, pero viré no más poh, filo, igual conectándome a las redes por si acaso, atento al teléfono, etcétera.

El Mota nos recibió en la casa de su tía en la playa de San Sebastián, pleno Litoral de los Poetas. El trato era el siguiente: podíamos pernoctar en la cabañita del fondo por 25 Lucas la noche, o bien podíamos hacer trabajos para la señora, a razón de una hora de trabajo por noche pernoctada. Ese día estuvimos con la Canela y el Mota desmalezando todo un lado del terreno; la tía es vieja pa ayudar, pero supervisó todo el trabajo contándonos chistes cortos y llevándonos jugo y acercando las bolsas vacías.

A esa hora me llamó el sandy, quería 40 lucas. Le dije hermano estoy en la playa, tengo tu encargo, si te animai a venir, te los paso, niun atao. No quedamos en nada.

Ese día en la noche el Mota nos introdujo en la bohemia sansebastina, en la que se contaban dos bares de mala muerte -a la altura del 164 de avenida costanera del mar-, y un trozo de playa que había en la vereda del frente, con grupos de gente por todos lados. La Canela dijo que tenía frío, así que nos metimos a uno de los "restaurants" y pedimos una cerveza. Al ratito el Mota sale del local y vuelve un minuto después con 10lucas en la mano. Dijo querer operar como soldado por el findesemana,

Poco rato después apareció Erik, que era amigo de la infancia del Mota, ahí en San Sebastián. Erik era vecino de la tía del Mota también. Salimos con Erik a la playa y fuimos presentados ante varios grupos de gentes, con algunos compartimos y, no supe cómo, Erik hizo varias manos que fueron administradas vía Canela (ella andaba con la mochila). Yo supe de eso en la noche, cuando con nos acostamos con la flaca en la cabaña y dejamos que se nos desparramararan los cuerpos en la cama.

Al día siguiente la misión era hacer un hoyo en el suelo. La tía nos dijo que quería el hoyo más grande que pudiéramos hacer en una hora. Dividimos el trabajo: el Mota con una picota rompía la tierra, yo iba sacando con una pala, y la Canela se llevaba la tierra en carretilla. Una hora entera. Un nuevo hoyo para compost.

Justo que terminamos y me llama el sandy desde el centro de San Antonio, con 60 Lucas en la mano. Eran las 12 del día y la Canela se quedó durmiendo. Con el Mota nos fuimos en micro y nos metimos a una shopería donde estaba el sandy tomando shops con tres amigos suyos. Se desubicó el sandy porque me puso en situación de evidencia frente a sus amigos, que para mí son desconocidos. Me pasó las 60 Lucas en la mano, como para que les entregara los paquetes arriba de la mesa, con demasiado descaro. Pa pasarla piola hice esa ridícula finta de que "mi amigo, el dealer" me lo pasó todo junto y le entregué una bolsa más o menos por debajo de la mesa. El sandy reaccionó bien de ahí en adelante pero lo bloqueé al tiro de todos lados. Nunca más le vendo a ese weón.

De vuelta nos fuimos en colectivo y compramos un trozo de asiento y un pimiento morrón rojo y llegando a la casa fui a despertar a la Canela y empezamos a hacer un asao. La tía del Mota y la Canela se reconocieron la una a la otra como feministas y estuvieron conversando un recorrido histórico por el arte feminista -creo- donde opinaban acerca de las decisiones y errores en la vida de mujeres como Frida Kahlo o Simone de Beauvoir.

En eso llaman desde la calle y venía Erik con su mujer, Rosa. Dijeron que habían visto que estábamos haciendo un asao en el patio, así que en vez de cocinar vinieron con unos choripanes pa poner en la parrilla. Buena onda.

Corta: ese tal Erik me preguntó si podía venderle 200 lucas. Como no le di una respuesta convincente, me ofreció que lo pensara y que lo conversáramos más tarde, o al día siguiente. Luego veo que Rosa está enrolando uno con la tía del Mota, y era pura hojita no más pero fumamos todos.

Ese día en la noche la Canela me decía: así que en San Sebastián todos fuman, y esperábamos que algún ave nocturna pasara cerca de la ventana. Ninguna. Ahí decidimos hacerle la mano al Erik a condición de que nos facilitara un auto.

Al día siguiente teníamos que limpiar los vidrios de las ventanas en la casa. Todos los que alcanzáramos en una hora. La tía nos acercaba el limpia vidrios y varios utensilios ad-hok que iba yendo a buscar uno por uno: parecía tenerlos desparramados por toda la casa. 10 minutos antes de terminar me pasó 5lucas y me mandó al almacén a comprar artículos de aseo (cosas pesadas que a ella le cuesta transportar, como cloro y detergente), y 5 kilos de harina.

Cuando volví, la tía le contaba al Mota y a la Canela historias acerca del Instituto Pedagógico en los años 70. La tía se subía a las micros con una amiga, cantaban La Internacional, vociferaban que "La Revolución del Pueblo la Financia el Pueblo", y recolectaban limosna para financiar la campaña de Allende.

En eso el Mota me pide que lo acompañe a la cabañita y me dice que el Erik está presionando. Le propongo lo del auto y el Mota llama y en 20 minutos el Erik tenía un auto estacionado en la calle y partimos con la Canela. El Mota tenía que volver a Santiago y también se subió al auto y lo dejamos en Estación Central. En menos de 5 horas habíamos vuelto a San Sebastián. Ahí se empezó a ir todo a la mierda.

Primero llegamos donde la tía del Mota. No estaba, o no abrió la puerta. Estuvimos un buen rato golpeando.

Después fuimos, a pie, a buscar al Erik, a una cuadra. Nos atendió, por la reja, una señora que podría ser su mamá, que dijo que no estaba, que no sabía dónde andaría; pesada, prepotente la señora.

Fuimos al "centro" y nos metimos con la Canela a una feria artesanal. Estuvimos jugando StreetFighter y nos compramos un jugo de piña. Por ahí miro hacia la calle y veo a uno de los amigos del sandy, que me mira y me hace un gesto, como para que lo siga. No le digo nada a la Canela.

Salgo a la calle y lo veo a media cuadra, mirándome. Mientras me acerco voy reconociendo más caras, las de Erik y Rosa. Los tres me miran fijo mientras me acerco. Luego empiezan a caminar y se meten por una calle lateral. Leves gestos amenazantes me obligaban a seguir avanzando hacia ellos.

Caminamos casi toda la cuadra. Yo, unos 15 metros detrás de ellos, recibía amenazas visuales cada 3 ó 4 pasos. En eso Erik se da vuelta y me indica que mire hacia atrás. La visión me entrega el peor de los escenarios posibles: la Canela viene -muy digna y muy hermosa- acompaña de un desconocido.

Pienso que, claro, esto es una mexicana, lo que tengo que hacer es entregar todo y hacerles caso en todo. Erik me toca el hombro y me entrega un papelito. La Canela viene llegando. Quieren que los dos miremos el papelito. Lo abro y leemos: Las Madreselvas 3129, Macul. La dirección de mi casa.