martes, 11 de junio de 2013

Interpretación libertaria de los 4 nobles preceptos budistas*



1. La vida es sufrimiento: Actualmente la sociedad se plantea desde el individualismo, desde el "sálvese quien pueda", lo que acarrea angustia, desesperación y desesperanza. El planeta también sufre gracias a este vertiginoso sistema de vida, avanzando a paso firme hacia su destrucción. Los niños no pueden educarse, los hombres no pueden trabajar. No hay justicia, no hay libertad, los sueños están prohibidos. Este es el mundo de hoy, un mundo de sufrimiento y desconsuelo.

2. El origen del sufrimiento es el deseo: La máxima aspiración del pueblo es la paz, la libertad y la felicidad. ¿Hay ambición y maldad en ello? Tengamos claro que el deseo que alimenta el sufrimiento es la codicia de los ricos. El dinero quiere más dinero, debe fluir, no soporta lo estático, la contemplación, el descanso. El deseo de poder pasa por encima de todo, no tiene dignidad ni respeto. Para mantener este orden existe la Policía, orden que es innegable injusticia, frustración, sufrimiento. Desobedece, pues, al policía, y a sus ataques sin dudar responde. Y ten en cuenta que el primer enemigo es tu policía interior, y que la institución represiva es la cara visible de los verdaderos agentes del sufrimiento, los maquinadores del poder y el capital.

3. El sufrimiento puede extinguirse cuando se extingue su causa: La principal causa del sufrimiento es la diferencia existente entre las clases sociales, con ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.

La principal herramienta para mantener esta diferencia es la explotación. Acabar con este régimen social, que no es ley natural sino producto de la historia humana, y que por lo tanto depende de la voluntad de los hombres, es la solución al sufrimiento. Alternativas políticas existen, ¿qué se pierde con probar? ¿Acaso no hemos ya tocado fondo?

4. La revolución es el camino para extinguir el sufrimiento: Ha de llegar el día que el poder vuelva a nuestras manos, y con él volverá la justicia y la libertad. Será un proceso triste, lo sabemos, será una guerra, porque, aunque nos duela, la historia humana ha demostrado que los ricos nunca han cedido sus privilegios mediante el diálogo y la paz.

Hagámonos responsables de nuestra época, de nuestro destino. Hagamos la revolución: en tu corazón está el camino. Hoy estamos dando los primeros pasos, con una meta clara en la frente, y con un fuego ardiendo en nuestras manos.

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*Este texto fue encontrado en el verano de 2012 colgando de un árbol en la zona conocida como "Los ceniceros chicos" o "Los posavasos" del campus Juan Gómez Millas, en circunstancias que algunos miembros de este colectivo se consagraban derechamente al alcohol. Su autor se hace llamar Roberto Nieri B. Ediciones La Pudrición Gráfica.

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