El hecho pudo haber sido una mera anécdota en ciertas casas de Puntarenas en que los testigos contaban como a un gringo, evidentemente aweonao se le ocurrió salir con paraguas en Puntarenas.
Pero no, esos segundos de adrenalina, de acción de un momento. Era precisamente lo que fue a hacer ese gringo con la vida resuelta a un lugar alejado del mundo, llegando de turista, aventurero y dueño del mundo a un lugar del cual no conocía el idioma, ni las costumbres, ni la historia, ni que había una dictadura, ni siquiera el gentilicio conocía el gringo.
Sin embargo la constancia, dedicación y ocio del gringo, fueron un ejemplo para la humanidad. Desarrollo un nuevo deporte extremo urbano, el Umbrellaextreme o WindRider. Se practica en ciudades ventosas como: Perth, Australia. Amarillo, Estados Unidos. Yigo, Guam. Ushuaia, Argentina. Casper, Estados Unidos. Dodge City, Estados Unidos. Punta Arenas, Chile y
St. Johns – Canadá.
Se utiliza un paraguas con mango de grafeno, ultraresistente y liviano, y una tela impermeable de paracaídas. El juego consiste en hacer piruetas tipo parkour, pero apoyado en piruetas de paraguas que se generan por abrirlo o cerrarlo.
Entre las técnicas más conocidas está, el meri popins que consiste en dejarse llevar hacia arriba, el paracaidas que consiste en caer controladamente desde una considerable altura. el tornado, consiste en giros rápidos del cuerpo producidos por la apertura y cierre intermitente del parguas. Además de varios mortales, saltos y el maravilloso Chimango, técnica que es imposible describir con palabras.
El gringo era leso, pero era gringo y era millonario, por lo que cuando se le ocurrió una weá, pudo seguir siendo gringo y siendo millonario, porque el Umbrellaextreme se convirtió en un negocio lucrativo en algunas ciudades ventosas.
