miércoles, 17 de julio de 2013
anoche soñamos que nos ganábamos un premio -no tan- millonario y nos comprábamos un pasaje en avión a Seúl, donde las calles eran de tierra, arenisca y ripio, las hostales tenían piezas gigantes con duchas al aire libre y grupos folclóricos tradicionales bailaban en la calle en cada vistazo que dábamos por la ventana. cuando finalmente dejamos de sorprendernos con la vista, salimos de la hostal y caminamos por un camino de ripio muy largo y muy ancho y llegamos a una playa, en un lago, cuyo nombre vimos escrito -creemos- pero no pudimos leer por no saber coreano. cuando terminábamos de desnudarnos para lavar nuestros cuerpos en el lago, apareció uno de esos grupos folclóricos tradicionales y cantaron una canción que nos pareció arrítmica e infantil, con gestos para que siguiéramos en lo nuestro, así que metímonos al lago y refregábamosnos las axilas al no ritmo de la música, nos limpiábamos las plantas de los pies, pasábamosnos piedrecillas por la cara jugando a que eran exfoliantes, rodeados de falta de ritmo, cuando el inmenso grupo folclórico empezó también a desnudarse, a mostrar sin vergüenza, las mujeres, su pequeñas tetitas coreanas, y los hombres sus pequeños penes coreanos, y ambos sexos su peludas entrepiernas y axilas, y sus pieles blancas, que sin dejar de bailar y cantar sin ritmo se metieron al lago con nosotros, rodeándonos y acercándose y mirándonos y prontamente lavándonos, pasando sus manos por todos nuestros recovecos, sumergidos en el agua turbia de un lago volcánico, con las cabezas afuera cantando sin ritmo y varias decenas de manos metiéndose por todos nuestros rincones, varias decenas de manos bailarinas sumergidas en nuestros ángulos, varias decenas de manos arrítmicas metiéndosenos en cada pliegue, moviéndose bailarinamente sin ritmo y recorriéndonos todos los espacios, limpiándonos todos el cuerpo y todos los escondites, dejándonos impecables, en éxtasis.
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